te cuidaré

capítulo 2: bajo presión.

Marinette

- Mamá, papá, Adrien no se quedará aquí, es decir, ¿No tienes dinero?, ¿No te parece muy humilde ésto comparado al hotel que podrías pagar?. ¿Y si le dices a Chloé?, No creo que tenga un problema en que te quedes gratis.

- Ese sería el primer lugar en dónde me buscarían.

"Te apuesto a qué no" pensó. Pero sólo contestó.

- Y éste el segundo, por qué eres tan discreto con tus sentimientos - dijo con sarcasmo.

- Marinette, no hay ningún problema, sabes que nos encanta ayudar - dijo Tom.

La chica se rindió con un gesto de incomodidad.

~•~

Adrien.

No pudo dormir, no por el hecho de que fuera en un sofá, sí no por qué esperaba a que los padres de Marinette durmieran para poder subir a su habitación y hablar con ella.

Escuchó unos ronquidos, algo suaves, pero perceptibles. Se paró con cuidado y subió las escaleras tratando de no ser visto.

- Marinette - susurró y la sacudió - Marinette...

- hum... ¿Adrien?- dijo cansada.

- Estoy aquí para explicarte algo...

Ella bostezó.

- Ya que estás aquí, también quiero preguntarte algo, ¿Emilie lo sabe?.

- No lo sé, lo dudo, mi mamá no estaría con alguien que a expensas de los demás obtiene lo que quiere.

- ¿Y cómo supiste lo de Nathalie?, Qué era Mayura ...

- Ya son dos preguntas.

La chica se cruzó de brazos. El suspiró y cedió, cómo siempre lo hacía con ella.

- Okay... Pues...

Horas antes.

El chico extendió su bastón para seguirla.

-¿A dónde crees que vas?- preguntó su padre.

Él lo miró sin bajar de aquella ventana.

- A la calle, voy a buscarla.

- Tú no vas a ninguna parte.

Volteó completamente.

- Sabes que no volveré.

No respondió. Él joven sonrió

- Sí, es eso, y tienes toda la razón, no lo haré.

- Sé a dónde irás.

- Lo sé, pero bueno, no me vas a mandar ni a mantener dentro de ésta prisión otra vez, en algún momento bajarás la guardia y no esperaré tu permiso para irme. Sí me traes por la fuerza mamá se preguntará qué está pasando, ¿En serio sacrificarás tu matrimonio?, Eso por lo que pisoteaste y usaste a toda la ciudad...

Gabriel bajó la mirada.

- Eso pensé - dijo él subiendo a aquella ventana otra vez.