Nunca había tenido tanta indecisión en su vida. Esa emoción era tan fuerte que podría acabar con todo de una vez, pero ... Nathalie.
Tenía dos opciones. O rendirse ahora y seguirle la corriente a Nathalie o quizá sacarla de ahí ahora mismo, pedirle que huyera del país y seguir con ésto.
Entonces se le ocurrió una tercera...
- Ésta será la última vez - le dijo a la mujer sosteniendo sus manos - Sí fallo ... Ya no habrá más. Intentaré lo que tú dices.
- Pero arrestaron a Gabriel, no tendría sentido...
- Sí lo hará, diremos que ésto estaba planeado. Mira podemos decir que su arresto estaba planeado para afectar a su familia y así akumatizar a alguien...
- ¿Es Adrien?
Ups. Apartó la mirada, ella lo había cuidado desde siempre y obviamente no iba a estar de acuerdo con ésto.
- Nath, necesito ésto... Después ... No lo recordarán, ¿Okay?
- ¿Y si sí?
Se quedó callada.
- Podrías terminar como Gabriel.
Quizá fuera cierto, pero ya había tomado una desición.
- No lo haré, ¿Okay?. - miró la joya con temor a que el brillo se hubiera desvanecido, pero no, ahí seguía - Nos vemos después.
~•~
Marinette fué a su casa, no tenía hambre, así que subió a su habitación.
Abrazó sus piernas y lloró.
De repente algo interrumpió su llanto, unos maullidos que provenían del balcón arriba de su habitación.
Abrió la puerta que conducía hacia aquel lugar, había empezado a llover, ¿Cuándo?, Era tan cliché.
Se fijó en un pequeño gato sentado en la pequeña mesa de madera. Se sorprendió que estuviera ahí, en la oscuridad y en la lluvia.
Subió y lo miró rápidamente con atención. Algo golpeó su corazón.
- ¿En serio negro de ojos verdes?- le cuestionó. El pequeño animal le respondió con un maullido. - Bueno, supongo que tú no tienes la culpa de eso.
Le extendió la mano con temor a que éste le fuera a rasguñar o a morder, pero en vez de eso el gato recargó su pequeña cabeza con la palma de su mano. Ella sonrió.
Le acercó la otra mano con cuidado. El animal se dejó tomar.
- Bueno, de menos eres hembra, ¿Qué haces aquí, pequeña?
Otro maullido. Marinette sonrió.
- No sé porqué te pregunto - rió.
La metió a su habitación el pequeño gato se acostó al lado de su almohada.
- Bueno, me alegro que te guste, pero no creo que te puedas quedar aquí.
- Pregúntale a tus padres, Marinette - propuso Tikki - No creo que se nieguen.
- Quizá - repuso la azabache.
La gatita se acercó a ella lo más que pudo y empezó a ronronear, cómo si pudiera leer sus emociones y tratara de subirle el ánimo.
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te cuidaré
FanfictionSECUELA de "te encontré" Parece que su amor es imposible, ¿podrán superar los obstáculos qué les pongan con tal de estar juntos? ¿o se perderán mutuamente para siempre?