capítulo 41: mejoras

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Dos semanas después.

Lila.
La situación no había cambiado mucho, después de que sus mentiras habían quedado expuestas, no hizo nada para repararlo.

En primer lugar porque lo único que podía hacer es decir la verdad, de la mierda que era su vida. Había dos opciones, que le creyeran o que simplemente dijeran que se estaban victimizando.

La segunda opción era dejar todo como estaba, no decir nada y no dirigirles la palabra, esperar a que su percepción de ella se calmara y que sólo se limitaran a ignorarla. Fue la que eligió.

Afortunadamente no la pasó sóla. Juleka se sentaba con ella a hablar (junto con Rose, a quién le había contado la razón de porque no la consideraba una mala persona y ella terminó uniéndoseles). Era consolador el hecho de que alguien creyese en ella a pesar de todo.

A veces Marinette se preguntaba porqué sus amigas pasaban tiempo con ella. Claro que Juleka le había contado sus razones, pero no le parecían suficientes para perdonarla.

Un día Juleka le hizo un anuncio.

- Hoy vamos a realizar la grabación en estudio de la canción. Queremos que vayas.

- ¿A qué hora?

- Bueno es como a las tres. Pero si puedes llegar más temprano...

- ¿Para?

- Solamente, vamos a ensayar primero - sonrió.

- Bueno, podría ir inmediatamente después de salir de la escuela...

- ¡Genial!, Nosotras también vamos a ir después de acabar las clases - exclamó Rose. - Podemos ir juntas.

- Claro - sonrió Lila.

Marinette

Las cosas comenzaban a ser normales de nuevo. No había tanta necesidad de transformarse en Ladybug, así que había subido su rendimiento en la escuela ahora que no tenía nada más en qué enfocarse.

Adrien ya estaba mucho mejor, incluso en ocasiones hablaban (aunque no habían vuelto aún). Se preguntaba cuándo sería el momento de retomar su relación, a pesar de que hablaban y se veían casi diario no era lo mismo, lo extrañaba.

A pesar de ello, no quería presionarlo a darle respuestas. Por ahora su estado emocional era estable, pero no podía alterar las aguas de dicho mar tan rápido había pasado la tormenta. A penas había visto a su padre ir a prisión y no sabía si insistir era lo mejor. Decidió que él le diría en el momento que él considerara adecuado. Por ahora era suficiente con tenerlo cerca y verlo recuperar su sonrisa poco a poco.

Estaba orgullosa, era una de las personas más fuertes que conocía (si no es que la más fuerte), sabía que no era fácil para él, pero lo intentaba. Ese era Adrien, el chico del que se había enamorado.

Por otra parte ese día el maestro Fu iba a ser dado de alta del hospital. Adrien y ella iban a ir más tarde, (más bien Ladybug y Chat Noir).

Parecía que sí, las cosas empezaban a mejorar menos por un aspecto. Lila Rossi.

Siempre era como una piedra en su zapato. Ahora sus amigas, Rose y Juleka pasaban tiempo con ella, no parecía que fuera por lástima o algo parecido. Realmente parecía agradarles la compañía de la italiana, algo que le molestaba un poco.

Le había preguntado a ellas el porqué, Juleka le respondió que ella le había ayudado a enfrentar sus miedos, la había alentado a ser ella misma. Se sintió incrédula. Lila no era una buena persona. A la vez se sintió celosa, ella era la que debía ayudar a sus amigas, no una completa desconocida y definitivamente una mala influencia.

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