te cuidaré

capítulo 7: somebody

Félix:

- Bueno, ¿Te gustó la escuela?- preguntó Adrien, quién parecía cansado gracias al akuma de ayer.

- Fue... Interesante - respondió Félix

- Suena a que fue aburrido. No te preocupes, aquí todo es emocionante.

Dijo refiriéndose a la práctica de esgrima.

- Ya veremos - respondió el de ojos grises - normalmente los destrozo a todos rápidamente.

Adrien se sentó en las gradas a observar.

Uno por uno, los contrincantes de aquél chico fueron dejando rápidamente el combate, ya que sí era alguien bastante hábil, quizá incluso mejor que su primo, aún que no hubo tiempo de que combatieran...

- ¿Quién es ése chico que está haciendo polvo a todos?

Adrien levantó la vista y encontró a aquella chica de cabello corto y ojos castaños.

- Kagami...- mencionó su nombre impresionado, era la primera vez que la veía desde que sus memorias habían vuelto - Es... Félix...

-¿Félix tu primo?- preguntó la de traje rojo. Al haber estado tanto tiempo con Adrien conocía a toda la familia, al menos de nombre.

- Sí.

- Es muy bueno, incluso creo que mejor que tú.

- Ja, pues gracias, señorita directa.

- Perdón, así soy - dijo aún observando con atención a Félix, en ningún momento volteando a ver aquellos ojos esmeralda que alguna vez la habían mirado a ella.

Agreste estuvo a punto de tocar el tema, pero en ese momento Félix exclamó:

- ¡Ja, los vencí a todos, inútiles!, ¿Alguien más?- preguntó alzando su careta del uniforme permitiendo ver su gran sonrisa llena de satisfacción.

- Yo.

Adrien volteó a ver de dónde provenía aquella voz, entonces vió a Kagami avanzando hacia el invicto.

Ya traía puesta la careta, así que Félix no había podido ver su rostro.

- Bien - bajó la careta del uniforme - parece que los de tu clase son persistentes - se dirigió a Adrien.

Todos comenzaron a murmurar, quizá por qué la mejor combatiente y aquel chico nuevo que les había resultado invencible se enfretarían. Tal vez eran apuestas.

Empezó el combate, Félix inició el ataque con fuerza y energía, aún que la defensa era impenetrable.

Después recibió ataques rápidos y seguros, era lo mejor que había visto en cuanto a combatientes de aquella pequeña clase de esgrima.

Aún que éste era bueno en esgrima gracias a su inteligencia y fuerza, su contrincante era mucho más rápida e impulsiva.

Tardó unos cuantos minutos en vencerlo, pero aún así lo hizo. Los alumnos festejaron su permanente victoria.

El chico se quitó la careta y jadeó tratando de recuperar el aliento.

- Vaya...- exclamó.

- Eres muy obstinado - respondió Kagami quién aún traía la careta puesta - aún que me agradas.

Él contrario sonrió, gesto que se borró con la sorpresa de ver el rostro detrás de aquel uniforme.

Una chica de cabello corto y ojos cafés, rasgos asiáticos aún que eso no le impedía ser muy hermosa, y ... Esa sonrisa, llena de confianza y seguridad. No pudo dejar de mirarla.