capítulo 20: perdón.

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- Ven - decía el chico sonriendo.

"¿Acaso tengo opción?" Pensó la castaña.

El se sentó en su cama, con su guitarra acústica en manos. La miró con una sonrisa y una emoción en los ojos que en el estómago de la chica surgieran mariposas. Se sentó junto a él sin mirarlo, ya que esos ojos la mataban.

El suspiró y comenzó a tocar algo de improviso.

Llegó un punto al que ella no pudo evitar mirar, no podía creer que tuviese tanto talento.

- Wow... Eres... Maravilloso.- murmuró.

Él contuvo una risa.

- Gracias. Feliz cumpleaños.

- Gracias - sonrió ella y se recostó en la cama.

Él la imitó. Suspiró

- ¿ Tú qué planeas ser en el futuro, Lila?.

- Hum... No lo sé...

- Debes ser buena en algo, ¿No?.

- Bueno, yo... Quería ser poeta hace unos años. Soy buena con las palabras.

- Hum, ¿Sabes de versos y métrica?.

- Algo.

- ¿Sabes qué es curioso?.

- ¿Qué?.

- Qué yo sea bueno en ésto de la música y tú... Bueno, las canciones no son muy distintas a los poemas. - se volvió a sentar - Tengo una idea.

- ¿Qué?. - volvió a cuestionar sentándose.

El chico había tomado de nuevo su guitarra.

- Di algo, algún verso.

- ¿Qué? - ésta vez era exclamación.

- Vamos. Sólo... Algo en lo que pienses ahora...

Ella lo miró, se quedó pensando unos segundos. Se sonrojó.

- ¡No puedo así, lo siento! - sacó la libreta y una pluma. Él la observaba con atención mientras anotaba.

«Delirio por sentir tu piel
Insomnio sin tomar café
No pido un atardecer
Lo único que quiero es volverte a ver»

Le pasó la libreta aún apenada.

- Es lo que se me ocurrió por ahora.- dijo en forma de disculpa.

El mostró esa sonrisa de nuevo al leer y le pasó la libreta.

- Es bueno sí lo pensaste ahora.

- Hum, gracias - sonrió ella.

Después volvió a poner su mirada perdida, la situación de Nathalie era ese pensamiento horrible que se comparaba a la mosca que espantadas y regresaba con más ganas de no dejarte nunca en paz.

- ¿Pasa algo?- preguntó el chico.

Ella lo miró, dudando si abrirse y cómo lo haría si decidía hacerlo.

- Yo... Una amiga... Se encuentra en una situación algo grave.... Físicamente - aclaró.

- Oh... Lo siento... - murmuró él. - ¿Hay algo que pueda hacer?.

Ella negó con la cabeza con una expresión angustiada.

- Ni siquiera sé si yo puedo hacer algo...- hizo una larga pausa - probablemente esté mejor sin mí - murmuró.

- ¿Qué?

Ella trató de explicarlo:

- Digamos que es un poco... Totalmente mi culpa, yo hice que me ayudara con algo que sabía que era peligroso... Supongo que me excedí.

te cuidaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora