capítulo 9: Miss Fortune

781 72 15
                                    

Dark Wings:

- ¿Ahora que me dices Miss Fortune?, Te doy el poder de utilizar Lucky Charms infinitos y utilizar los poderes de los miraculous que consigas sin necesidad de fusionarlos, ¿Aceptas?

La chica cerró los ojos con intensidad, pero era difícil no ceder ante su control.

- Te traeré el miraculous de Chat Noir. - murmuró - ¡Lucky Charm!

Una cinta color negro con puntos rojos cayó sobre sus manos. Sonrió.

Los reporteros estaban atados y amordazados.

- No debieron ser tan ingratos, ahora sí no están seguros.- se burló la de traje negro.

Se desplazó por la ciudad con su yoyo, conocía exactamente la dirección de la chica que tenía lo que necesitaba para ir tras el gato

Tumbó la puerta.

- ¡Alya Césaire!- llamó la chica.

- ¿Ladybug?- cuestionó incrédula. - No puede ser...

La contraria sólo puso los ojos en blanco y la ató igual que a aquellos reporteros y le arrancó aquel collar que le hubiera permitido si quiera defenderse.

- ¡Dámelo!- suplicó ella - ¿En serio perdiste la razón?, Tú no quieres que ella gane, ¿Qué ganas con ésto?. ¡Piensa en todo lo que está en juego!.

Ella se detuvo un momento, en ese momento un dolor insoportable le invadió.

- Date prisa - ordenó la voz de la villana en su cabeza.

Cuándo salieron de ahí se colocó el collar en el cuello. Era hora de la segunda fase.

- Necesito qué crees un juguete para mí - le habló a Dark Wings.

- Maestro - entró "Marinette" por aquella puerta.

- Marinette, ¿Qué haces aquí?.

- ¡Hay un sentimounstuo allá afuera!, Y ... El poder que necesito no lo tiene ningún portador ya elegido

- Necesitas ayuda - dedujo el mayor.

La ilusión asintió.

- Bien, Marinette Dupain-Cheng, elige a un aliado para que pueda ayudarte con ésta misión.

Tardó en moverse, Miss Fortune estaba conciente del pasado del maestro, eso la hizo volver un poco a la realidad.

- Miss Fortune - le habló Dark Wings. - O te enfrentas a él, o me enfrentas a mí, y recuerda que yo tengo el control.

Ella negó con la cabeza.

- ¡Ésto es estúpido, hazlo tu misma!.

- ¿Marinette?- escuchó la voz de Fu.

- Lo siento - murmuró aquella ilusión y eligió otro collar, el miraculous del ratón.

- Bien, ya es hora de elegirte un dueño - se refirió a la joya.

La ilusión caminó por las calles hasta que entró a un callejón, dónde vería a su creadora.

Miss Fortune desvaneció la ilusión del miraculous del zorro y se colocó el collar del ratón.

- ¿Marinette?- chilló Mullo.

- Ya no soy Marinette. - después se dirigió a la portadora del miraculous de la mariposa - desaparece el sentimounstuo, ya no lo necesito. Y tú no quieres que quién sea tu compañera termine en la morgue... Necesito darle de comer a Trix.

te cuidaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora