capítulo 31: interrogatorio

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La de coletas se metió a la cama para no despertar las sospechas de sus padres.

Sobre el animal que había traído a casa le dijeron que estaban demasiado cansados para discutirlo, pero que lo harían en la mañana.

Marinette se quejó mientras le daba una galleta a Tikki (tenía que ir a la estación de policía), apenas era martes y mañana tendría que ir a la escuela. Después de varios reproches decidió no ir, a fin, sí tenía razón ninguna de las personas que le había ayudado hoy, ni Lila irían, y era una buena cantidad de alumnos.

Miró su teléfono antes de salir. Era medianoche. La gata despertó cuándo sintió que la cama se hacía más ligera. La miró nada más abriendo un ojo verde.

- Sí, ya sé - comentó Marinette aún haciendo como si el animal le entendiera - pero tú elegiste ésto. No sería una dueña muy normal.

La gata sólo volvió a cerrar su ojo, dando a entender que era un detalle que le importaba poco. Ladybug sólo salió.

Al llegar a la estación le comunicó al jefe que deseaba que mañana se realizaran los interrogatorios a Lila Rossi y a Nathalie Sancoeur.

- Podemos hacerlos hoy - comentó el jefe.

- Podríamos. - "pero yo también necesito dormir" pensó. - pero una de las sospechosas tiene 16 años. Debe estar dormida ahora y no tengo ganas de quedarme parada fuera de un edificio esperando que me abran.

Los oficiales sólo aceptaron la idea de la heroína, quién volvió a casa a dormir.

Al día siguiente se levantó como a las nueve, por un golpe que escuchó. La gata había perseguido a Tikki por el cuarto y se había golpeado con el cofre en dónde Marinette guardaba marionetas, hilos y estambre.

La azabache corrió a ayudarle.

-¿Estás bien?- preguntó acariciándola.

- Perdón Marinette, no quería que se hiciera daño, ni despertarte. - se disculpó Tikki.

- Está bien, Tikki - dijo Marinette después dejó a la pequeña gata en la cama que estaba al lado del espejo.- Bajaré por un plato de leche para ésta pequeña, ¿La podrías cuidar Tikki?.

La Kwami asintió.

- Hola papá, hola mamá - saludó Marinette al bajar.

- ¿Porqué no fuiste a la escuela hoy?- preguntó su madre.

-¿Qué?, ¿Después de lo que les pasó?, Me sentía un poco cansada... Todo terminó a media noche.

- Bueno, tienes razón - dijo Sabine.

Sacó el cartón de leche y sirvió un poco en un plato.

- Yyyy, ¿Sobre la gatita? - preguntó antes de subir.

- Bueno... - comenzó su padre.

-¡Vamos!, ¡Tenemos espacio aquí y la cuidaré yo!

- El problema es que tenemos una panadería abajo y no queremos que el pan se llene de pelo - le comentó Tom.

-¡Yo vigilaré que nunca baje a la panadería!- insistió Marinette. - ¡Por favor!

Los dos adultos se miraron.

- Está bien - accedió su madre.

Marinette saltó de la alegría.

- Pero sí en un mes vemos que no te puedes hacer cargo de ella, la tendrás que dar.

- ¡Sí, sí!, Prometo que seré muy responsable. - exclamó, pero de repente derramó por accidente la leche sobre la blusa de su pijama.

Subió con más leche y se la dejó a la gatita, le acarició un poco su cabeza y contó.

te cuidaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora