capítulo 32: de nada sirve

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Marinette estuvo a punto de contarle sobre la gatita, pero cuándo el animal le vino a la mente recordó que la había dejado sóla... Sin comida desde hace horas.

-¡Tonta!- exclamó y se levantó rápidamente.

- ¿Qué pasa?- le preguntó Luka

- Dejé a una gatita sin comida en mi cuarto - dijo corriendo, el la siguió.

Al llegar a la tienda de mascotas ella se tomó un respiro, el también, pero comenzó a reír.

- No es gracioso, prometí que sería responsable.

- Bueno, no puedes ser responsable con todo ... O sería un poco difícil.

Ambos entraron a la tienda a comprar un par de accesorios para la pequeña gata.

Luka acompañó a Marinette a su cuarto y acarició a la gatita, ella parecía encantada con la atención que le daba el invitado.

- Traidora - le espetó Marinette.

Luka no pudo evitar reír.

- Es gata, es normal que le dé más atención a los hombres. - comentó. - ¿Cómo se llama?

Marinette borró su sonrisa y luego lo miró a los ojos.

- Quería ponerle Lady Noire... Me recuerda mucho a...

Se hizo un silencio.

- Es igualita - sonrió Luka. Después la miró - no todos los recuerdos de tu primer amor deben ser dolorosos. Es normal al principio, pero si lo ves a largo plazo puede que hasta sea la mejor idea que hayas tenido.

- ¿Aún hablamos del gato?- cuestionó la azabache.

- De lo que estés pensando - se encogió de hombros.

La chica sonrió de nuevo.

- ¿Qué me dices? - se dirigió a la gatita - ¿Te gusta el nombre?

Ella estaba al lado del chico con los ojos cerrados. Al momento de oír a su dueña le dirigió la mirada unos segundos y maulló.

- Tomaré eso como un sí.

Luka pasó la mano por el lomo de Lady Noire.

- Entonces - dijo Marinette - hablando de pequeñas ladys complacidas por tu presencia. - dijo haciendo referencia a la gata - ese alguien... ¿Lo tienes a tus pies también?

Luka rió.

- Eso creo... Pero... No la veo mucho, es un poco ... Creo que tiene miedo a que le falle.

- Entonces no te conoce tan bien.

- No mucho. Y yo tampoco a ella. - confesó

- Entonces invítala a salir. - le animó la azabache.

- ¿Tú crees que quiera?

- No soy experta, pero cuando estaba contigo había varias chicas que te miraban cómo... Cómo si quisieran comerte a besos - rió

- ¿En serio?- preguntó.

- ¡Ay, no te hagas!- exclamó - ¿No te diste cuenta ni una sola vez?

- Bueno, en ese tiempo no solía ponerle atención a nadie más que a tí.

- ¿Ya ves?, ¿Qué chica no quisiera estar con alguien así?, Confía en tí y seguro terminará diciéndote que sí.

El sonrió.

- Sí casi no la conoces, ¿Qué te gusta de ella?

- Bueno, es muy bonita, a la vez se me hace muy divertida y lista. Le gusta leer y escribe algunos versos, le sale de maravilla... No sé... Además... Es misteriosa y ... Trata de hacerse la dura, pero en realidad, siento que es una buena persona.

te cuidaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora