capítulo 21: inspección

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Lila se sentía claramente cansada, cuándo despertó la luz del sol iluminaba su ventana. Tomó su teléfono, era mediodía.

Esas cosas no le alteraban, dejó de interesarse por la escuela (o al menos todavía más)  desde que se había mudado a París.

Era claro que la doble vida le estaba cayendo de peso. Bostezó y se levantó, no importaba, después pediría los apuntes.

Antes de meterse a bañar volvió la vista hacia su habitación... Miró ambas joyas, tenía un presentimiento, un pensamiento que revoloteaba por ahí cómo una molesta abeja...

~•~

Ladybug encontró por suerte una ventana por dónde entrar, hace poco habían salido del instituto.

Abrió la puerta con sumo cuidado y escuchó el ruido de la ducha en el baño, genial, despejado.

- Bien - le dijo a Chat Noir - yo inspecciono la mitad derecha de la casa, tu la izquierda.

- Pero, ¿Y si hay alguien más? - preguntó - Sí hay alguien mayor aquí ¿que le diremos?.

- Qué su hija es una delincuente en potencia. Ahora por favor haz lo que te digo.

La chica de coletas entró a la habitación, inspeccionó un joyero, le echó un vistazo rápido a los cajones, iba hacia el closet cuándo escuchó una voz.

- Ladybug.

Se sobresaltó y volteó rápidamente.

- ¿Sabes qué es propiedad privada, cierto?- cuestionó Lila, se sentó en la cama y comenzó a secarse el cabello con una toalla, eso sí, sin quitar los ojos confusos de la heroína.

- No creo que haya consecuencias si les digo que estoy buscando y probablemente encuentre.

- Y, ¿Porqué no me dices que buscas?.

Esa inocencia fingida era algo que le irritaba a la oji azul de Lila, volteó a verla con algo de hostilidad.

- No te hagas la tonta, Lila, tú ya sabes que busco.

La contraria dejó de lado lo que hacía y la miró con atención, esperando una explicación. La azabache cedió:

- ¡Los miraculous de la mariposa y el pavo real!- hizo un gesto con las manos para enfatizar lo obvio que era y volvió a su labor, se volteó a abrir el mueble detrás de ella.

- ¡Oooh! - exclamó la castaña.- Claro... Pero, ¿Podría saber porqué en mi casa?- cuestionó.

- ¡Ay por favor! - volvió a voltear hacia la oji verde y avanzó hacia ella - ¡No hay nada que te pueda salvar de ésta, Rossi!, ¡Te atrapamos, acéptalo!, ¡Sé que eres Dark Wings!. - la señaló.

La morena fue cambiando poco a poco su rostro de confusión hasta una sonrisa y terminó riendo, cómo si Ladybug acabara de contarle un chiste y apenas lo hubiese comprendido.

- Okay, okay - puso sus manos sobre sus piernas - y ¿Puedo saber porqué la acusación?, Es decir, no es la primera vez que me juzgas, pero la vez anterior por lo menos era verdad.

- ¡Oh!, ¡Está bien!, ¡Te lo voy a explicar!, Ayer fuiste akumatizada, claramente. Y bueno, yo no purifiqué ese akuma.

te cuidaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora