te cuidaré

capítulo 28: explosión.

Por la tarde, Lila miraba la libreta del poema, ya daba por perdido el semestre, igual pasaría con los exámenes de segunda vuelta (sí es que para entonces no había logrado su meta) entonces no le dió importancia.

Pensó en ir a ver a Nathalie al hospital, así que iría por la noche, esperando que ya estuviera mejor.

Se sentía culpable de no hacer ido todos los días, pero no podía estar entrando con tanta frecuencia, la descubrirían si fuera así.

Igualmente se preguntó sí había manera de que Ladybug la dejara salir y que no tuviera que sacarla de ese lugar a la fuerza. No quería problemas. Suspiró, no era tan fácil quitarse de encima a Ladybug.

Miró el cuaderno otra vez, quizá era por eso que aún no terminaba el poema, estaba tan concentrada en éso y en ésto.

Pensó en pedirle ayuda a Rose, (recordó que también escribía cosas parecidas) después de todo era su banda y al final ellos sacarían provecho de esos versos.

No tenía a Rose agregada a sus contactos así que le habló a Luka.

" Hola"

"Milagro que hablas"

Ella puso los ojos en blanco.

"Bueno, te estoy escribiendo
No hablando"

"🙄 Muy graciosa.
En qué te puedo ayudar?"

"¿Sabes dónde puedo
encontrar a Rose?"

Preguntó sabiendo que si mencionaba que no podía con el reto quizá no le diría.

"Va a ir a mi casa como
Por las 3"

"Bien, ahí la veré
Gracias por tu ayuda"

Miró la hora y decidió ir encaminándose, no porque fuera tarde, si no porque en realidad, no tenía nada mejor que hacer.

En lo que estaba de camino, iba leyendo aquel libro, frunció los labios al darse cuenta de la curiosidad de Ana por el protagonista masculino sólo porque había descubierto un lado "bondadoso" de él. Podría haber tranquilizado su paranoia de que todo ésto terminaría mal si no fuera por la insistencia de Abel en alejarla.

Se bajó de aquel autobús, realmente el lugar no estaba muy lejos, caminó hacia el barco de los Couffaine.

No podía describir la sensación extraña que le causaba que el lugar no tuviera una puerta o algo que lo separara del mundo exterior, era bastante extraño. No sabía que hacer si no hubiera alguien que le permitiera entrar.

- ¿Tú eres amiga de mi hijo, cierto?- escuchó una voz.

Ella volteó a ver de dónde provenía. Vió a una mujer de cabellos platinados y unos ojos azules que le parecían familiares.

- Sí - dijo un poco nerviosa, sacó su teléfono, aún no eran las tres. - Eh... Rose aún no llega, ¿Cierto?- preguntó sabiendo la respuesta.

- No, ¿Buscas a Luka?.

¿Por eso estaba ahí en ese momento?,¿Quería ver a Luka?

- No - respondió. Pensó que era la primera vez que la primer mentira del día se asomaba a esas horas de la tarde. - eh... En realidad yo quería consultar a alguien que me ayudara a terminar algo.