capítulo 22: El infiel

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Adrien regresó a casa con los ánimos hechos basura en su totalidad. El día transcurrió de manera normal. Cuándo llegó la hora de la comida, su madre le hablaba con la ilusión de siempre, más el no la escuchaba. De repente ella dijo algo que le llamó la atención:

- Entonces Félix va a volver hoy ...

- ¿Qué?.

- Ajá... Llegué a un acuerdo con tu padre... ¿No escuchaste nada de lo que te dije?...

"Tu padre", era extraño que le llamara así, después de tanto "Tu papá", "Mi amor". Claro que no se podría esperar otra cosa, pero todo había pasado tan rápido.

Su mamá le tomó la mano.

- ¿Qué tienes, corazón?- preguntó preocupada.

- Hoy... Tuve una discusión con Marinette... Bueno, Ladybug.

Los ojos de Emilie sólo lo miraron con tristeza. Adrien prosiguió.

- Está muy presionada con el asunto de Fu y los miraculous...¿Ya te había hablado de eso?

- Creo que no, últimamente llegas muy cansado...

- Bueno, el maestro Fu... La persona que nos dió los miraculous, está en el hospital por un ataque de akuma... Él está un poco grande, el ser guardián por tanto tiempo y ser portador además, lo hacía prácticamente ... “inmortal”. Ahora ya no tiene a Wayzz y ... Bueno lo vemos muy débil, le dijo a Marinette que cuidara la caja y... - se tocó la sien con una mano - está muy presionada con todo...

- Ya veo...

- Lo peor es que no es la primera vez que peleamos por algo así...

Emilie apretó los labios, tocó de nuevo la mano de su hijo.

- Quizá... Sea mejor qué...- luchaba por encontrar las palabras, pero no había otras - Dejen de salir por un tiempo, es decir, para que no se presionen tanto...

- ¿Qué?, ¡No! - se paró de su asiento- Me costó mucho llegar a ser pareja, no la voy a dejar...

- No estoy diciendo eso, Adrien...

- Además, ya vamos a atrapar al responsable de ésto, podremos descansar y ser una pareja normal - sonrió, era imposible para Emilie destrozar esa sonrisa soñadora - Iré a hacer tarea - le dió un beso en la mejilla a su mamá.

- Está bien, corazón...- murmuró ella.

Pasaron las horas, acostumbraba hacer la tarea escuchando música, y ahora le veía más beneficios, cómo relajarse de todo el estrés de su doble vida. De su maldita doble vida.

Una oleada de pensamientos empezaron a cruzar por su mente.

Sí los miraculous no hubieran existido, sus vidas no serían tan complicadas, quizás se hubieran conocido después, ella siendo una diseñadora importante y él siendo un modelo con su familia intacta.

- Ni para pedir un maldito deseo sirves, ¿Verdad padre?.

- ¡Adrien!- le pareció escuchar en aquel balcón.  Volvió la vista hacia aquel lugar, era ella.

Se levantó rápidamente y corrió a abrir el ventanal.

La chica estaba temblando, fué cuándo se dió cuenta de que llovía.

- ¡Lo siento!- se disculpó abrazando a su heroína.

- E- está bien, n-no te preocupes - tartamudeaba por el frío ambiente mientras correspondía al abrazo.

Volvió a mirarla, aún sosteniéndola en brazos.

- ¿Qué haces aquí, puntitos?.

- Yo... Quería disculparme... Otra vez, es qué... Siento que ... El mundo se está cayendo de nuevo.

te cuidaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora