Bemol

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El inmenso silencio dentro del lago.

Inmerso por un beso en el letargo.

Lo veraz de un alago

lo veras en tus manos.

Dedos encontrados,

vidas han pasado,

han dejado,

la vergüenza en el tejado,

pero se han quedado

con el miedo a ser encontrados.


Una caricia doma bestias.

La belleza en tus estrías.

La penitencia que no sabía

que algún día

a mí mismo me diría.

Un creador de ironía

sin saber en que se basaría

el erotismo de un bemol,

el canto de la filosofía

y la sonrisa como porta voz.


Sinceros,

sin contar de más.

Sin ego,

nada que ocultar.


El mundo se nos opaca

por medio a nuestras ropas.

Para mí, otra visita de la parca,

yo sé que no lo notas.

Por ella esta hoja blanca

se llena con estas notas.

La ciudad de plata

se encuentra donde tocas.


Cuando el mar se aleja es porque vuelve con más fuerza.

Un baile lento tiene más destreza.

Nunca te he reconocido como la santa esa,

he conocido a tus demonios y ya sé como besan,

como arraigan a través de las palmas.

El hedonismo también es actitud del alma,

solo espera el alba

para terminar su calma.

Se desenfrena, se esmera,

tiene que dar placer, no conoce otra manera.

No le puedes explicar a un roble, lo que es tener madera.

Los tapujos en la piel, solo son cosa pasajera.

La vida verdadera,

se vive estando en guerra.


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