Mejillas

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Que simple es darse cuenta de algunas cosas, por ejemplo, me puedo dar cuenta de que si mis mejillas se levantan, sin yo darme cuenta hasta tal punto de que me duelan, es porque disfruto hablar con esa persona, me gusta lo que me dice, me gusta lo que me hace sentir y me alegra que esa persona me lo diga. Cuando eso pasa, ya te puedes imaginar que sientes, que no son cuentos que se cuentan todos los días, que es real, por más efímera que pueda ser esa sonrisa. Si no lo hicieras, no creo que seguirías hablándome. Si por mi fuera, no te llamaría ni un día más, quisiera estar contigo, escucho por las noches cuando duermes y todo eso con tu consentimiento, y porque estoy ocupado escribiendo esto. Esto no es para ti, es para nosotros, que también se me coloran las mejillas, esto es para no tener que decirte, todos esos halagos, ni lo que siento, aunque para ser sinceros, siempre lo voy a decir. 

Pensamientos inéditosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora