Juego de miradas

8 2 0
                                    

A veces es como si la vida se nos posara en otra persona, en un simple roce de miradas, una sonrisa respondida con una curiosidad elocuente. Estaba trabajando como ayudante en algo completamente nuevo para mí, decoración de eventos, después de unas cuantas horas, se acerca la hora del evento, pero como en mi país es normal que siempre se llegue casi una hora después de la hora acordada, la vi a ella en la entrada del restaurant donde se iba a celebrar el cumpleaños de un señor que por poco pasa las 5 décadas, no sé si era su padre, pero eso no viene al caso, la vi como si estuviera esperando a alguien, a sus amigas seguramente, me quede viendo durante unos segundos, me impacto lo que vi, ella me vio, pero seguía viendo a su celular, impaciente, creo que debería de aprender a controlarse un poco, yo debería de dejar de pensar tanto las cosas, después de eso nos pasamos casi media hora preparando algunas decoraciones que hacían falta, casi al momento de tener que salir, mi jefa estaba hablando con la que contrato el servicio y yo me quede con mi mejor amigo en una mesa donde estaba bien fresco, donde se veía una parte de los invitados, justo al lado estaba la chica de hace un rato, con tres amigas, mi suposición fue acertada, ahí me puse a plantear varias veces algunas cosas, mi amigo y yo nos tuvimos que mover varias veces, pero terminábamos en la misma mesa, aunque sea por 3 minutos, y siempre me planteaba lo mismo, el poco tiempo que tenia para platicar no me importaba mucho, creo que cualquier persona que se te acerque te va a generar un poco de intriga, lo que me preocupaba, es que veníamos de clases sociales muy diferentes, no sé muy bien como explicarlo, pero nunca me ha gustado hacer que otra persona se preocupe por mí o que se vea en situaciones que no se hubiera visto antes, alguien como ella no se le veía como que fuera para decirle un día vamos a vernos en el parque, no sé, mi mente retorcida generando algunas cosas demasiado sofisticadas para si misma, cuando esas cosas son más simples que eso. Ahora estoy en mi casa, escribiendo esto, mi amigo tiene que volver a recoger las cosas, no sé si es una fantasía o algo así de que se me paso por la cabeza que ella va a estar allá y que va a preguntar por mí. Tengo una mente muy fantasiosa, muy ficticia, por eso nunca le hago caso, pero cuando no debería de hacerle caso es cuando más en cuenta tomo sus pensamientos, estúpida mente inconsciente arrolladora. A veces solo hay que hacerles más caso a los juegos de los ojos. Ella me seguía mirando al momento de yo estar en esa mesa, no sé de que modo, pero la mejor forma de saber era acercándome.


Pensamientos inéditosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora