A veces voy por épocas
y me da por hablar del tiempo,
de lo largo de un segundo
y lo corto de una hora.
Muchos aprendimos a las malas que el tiempo no perdona,
que el segundero cada vez iba alando más la soga.
Y yo no se por donde empezar,
el segundero me dijo que no me daba ni un segundo para pensar.
Esta vida dentro de engranajes y un toque de aceite,
me ha dejado sin encaje y nada de suerte.
Soy una aguja rota, me salí y estoy en lo más abajo del reloj,
siempre marcaba 47 minutos, creo que no contar el tiempo era mejor.
Me salí del reloj, estoy en el suelo;
no doy ni para marcar los minutos,
solo sirvo para apuntar, pero nunca me mire hacía dentro.
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Pensamientos inéditos
AventuraEsta es la portada de un reto que me he propuesto, 365 días escribiendo algo todos los días, tiene que ser escrito el mismo día en que se publica, con tema libre y género libre, puede ser un texto, un poema, una conversación, etc. Se llama pensamien...