El niño de los dulces

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Un martes por la tarde llegó un niño huérfano, solo conocía el trabajo pesado y forzado, un día estuvo tan mal que parecía haber muerto, así que se deshicieron de él dejándolo en un vertedero, el niño aprovecho y salió andando, arrastrándose, cualquier modo en que pudiera avanzar, comenzó a subirse en la cama de las camionetas, viviendo de lo que encontraba en la basura, de la lluvia, así se traslado varios pueblos, hasta decidir que ya estaba lo suficientemente lejos. Comenzó a pedir en la avenida, para poder comer, los vendedores callejeros comenzaron a preguntarse por el niño, nadie lo conocía, todos querían sacarlos de su calle, de su territorio, pero resulta que había una señora mayor, muy buena, con dos hijos propios que alimentaba gracias a los dulces que ella hacía y vendía, junto con sus hijos, la señora acoge al huérfano, aunque no tenga nada, lo toma como si fuera hijo de ella, le pone a vender dulces también. Esa quizás fue la primera vez en su vida en que llego a sentir lo que era el cariño, eso era lo que le daba la señora de los dulces, lo acogió en su choza, lo vestía, le deba de comer, incluso le enseñaba a hacer dulces y cosas que estaban en unos viejos libros que les habían regalado a sus hijos. El huérfano robaba dinero de la venta de sus dulces y compraba comida para él, guardaba dinero para él, la señora se daba cuenta y no le reprochaba, solo le demostraba comprensión y compasión. Luego comenzó a desaparecer ropa de los hijos de la señora, de igual forma ella se daba cuenta y demostraba comprensión. Un día el huérfano y uno de los hijos llegaron a pelear, saliendo el hijo muy golpeado y la señora lo entendió, no los sanciono de ninguna forma, pensaba que debía de adecuarse a esta nueva forma de vida, después de tanta oscuridad parece que le tomo miedo a la luz. La señora sin importar lo que el huérfano hacía siempre lo trataba con cariño, lo que más le había faltado en toda su vida. Después de todo eso el niño huérfano se mantuvo tranquilo, casi no hablaba, comenzó a ser más afectivo. Un día el niño no aparecía por ningún lugar, la señora y los dos hijos estaban muertos, no había dinero; el huérfano los había matado y se había llevado el dinero.

Quizás los mato porque tenia miedo a sentir que alguien lo dejara de amar. Quizás nunca llego a sentir. Quizás nunca fue él...


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