Viktor parte 3

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El conflicto alcanzó su cénit durante una colaboración desganada con Jayce para mejorar los trajes de buceo empleados en la eliminación de escombros y residuos químicos submarinos en los muelles de Piltover. Los trajes mejorados de Viktor y Jayce permitían alcanzar mayores profundidades, permanecer más tiempo bajo el agua y levantar pesos mayores. Sin embargo, muchos de los usuarios afirmaron ver luces fantasmales en las aguas profundas o sufrieron alucinaciones a causa de los productos químicos. Cuando los buzos experimentaban esos síntomas, entraban en pánico y acababan muriendo o matando a sus compañeros. Para Viktor, no se trataba de un problema técnico, sino de la incapacidad del buzo de controlar los nervios en las profundidades. Diseñó un casco de derivación química que permitía a un operador en superficie ignorar la respuesta de terror del buzo y, en la práctica, controlarlo. La acalorada discusión de Viktor y Jayce sobre el libre albedrío y el sometimiento mental se volvió agria, casi violenta, y los dos juraron no volver a trabajar más juntos.
Jayce informó del incidente al consejo de la facultad y se le abrió un expediente a Viktor por atentar contra la dignidad humana. Aunque, en su opinión, su trabajo habría salvado muchas vidas, fue expulsado de la facultad. Regresó a su viejo laboratorio de Zaun, disgustado por la estrechez de miras de los habitantes de Piltover. Solo, en las profundidades, Viktor sufrió una profunda depresión, y pasó por largas y traumáticas semanas de introspección. Luchó con el dilema ético al que se enfrentaba y concluyó, una vez más, que las emociones y la debilidad humanas se habían interpuesto en su camino. Había intentado ayudar, mejorar a las personas para que superasen sus capacidades naturales, evitasen los errores y salvasen vidas. En un momento revelador, constató que él también había sucumbido a tales emociones: en su ingenuidad, había permitido que su creencia en la fortaleza de la virtud sobre el prejuicio lo llevase a ignorar el fracaso humano. Viktor sabía que no podía esperar que el resto fuesen allá donde él no había ido primero. Por eso, en secreto, se operó a sí mismo para eliminar aquellas partes de su carne y de su psique que dependían de las emociones o estaban inhibidas por ellas.
Al término de la cirugía, apenas quedaba rastro del joven que había viajado a Piltover. Había sustituido la mayor parte de su anatomía con mejoras mecánicas y su personalidad también había cambiado. Su esperanza idealista de una sociedad mejor dio paso a una obsesión con lo que llamó la Evolución Gloriosa. Ahora, se veía a sí mismo como un pionero del futuro de Valoran: un sueño idealizado en el que el hombre renunciaría a la carne para abrazar los aumentos superiores hextech. De este modo, la humanidad se libraría de los errores fatales y del sufrimiento. Con todo, Viktor sabía que no sería una tarea sencilla, y que llevaría tiempo.
Se dispuso a llevar a término su gran obra con ahínco. Usó aumentos tecnológicos para ayudar a los zaunitas a superar las lesiones de accidentes, perfeccionó mecanismos de respiración y trabajó incansablemente para reducir la ineficiencia humana separando lo físico de lo emocional. Su trabajo salvó cientos de vidas. Sin embargo, buscar la ayuda de Viktor podría ser peligroso, dado que sus soluciones, con frecuencia, traían consecuencias inesperadas.
Con todo, Viktor era el último recurso para los desesperados.

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