De forma casi instantánea, la magia fluyó de nuevo por la tierra a su alrededor. Fue una imagen hermosa, pero su tribu seguía ausente.
Tras años vagando de un lugar a otro, entrando y saliendo de las mayores fortificaciones y dejando un rastro de cadáveres a su paso, se la empezó a conocer como "el Cuervo Violeta". Vivía sola, centrándose únicamente en su próxima misión y en el siguiente paso que tendría que dar para liberar a los suyos.
Pero entonces conoció a otro vastaya que cambiaría su vida para siempre. Cuando entró en la montaña remota de Vlonqo en busca de un artefacto vastaya robado, se dio de bruces con la extraña imagen de una multitud de humanos enfervorecidos. En un escenario frente a ellos, se exhibía un llamativo artista, un auténtico pavo real dorado que cantaba viejas canciones vastaya para su público fascinado. Cuando acabó su actuación con un despliegue deslumbrante de trucos baratos (desde la perspectiva de Xayah) la multitud estalló en aplausos y coreó su nombre: Rakan. El artista hizo una reverencia teatral. Ella pensó que no era más que un bufón.
Xayah decidió ignorar al artista y completar su misión. Consiguió escapar, aunque tuvo que admitir que fue mucho más sencillo gracias a que el bufón estaba distrayendo a los habitantes de Vlonqo.
A pesar de haberse prometido que no volvería a ver a ese tal Rakan, no parecía ser capaz de sacárselo de la cabeza. Era un sentimiento extraño y complicado: había cierta ligereza en su espíritu que a ella le resultaba incómodamente atractiva.
Cuando estaba abandonando el lugar, Xayah comenzó a preocuparse por esos extraños pensamientos, lo que hizo que se distrajese momentáneamente con una emboscada de un grupo de mercenarios. Le apetecía pelear, así que agradeció poder llenarse las plumas de sangre. Una buena pelea parecía el antídoto perfecto para la inútil distracción de los sentimientos indeseados.
En ese momento, Rakan hizo su entrada.
Xayah insistió en que no necesitaba la ayuda del fanfarrón vastaya. Rakan insistió a su vez en que le daba igual, que simplemente no se quería perder la fiesta. En el transcurso de la pelea, Rakan demostró ser un aliado poco ortodoxo pero sorprendentemente valiente y efectivo. Hizo mortales y piruetas alrededor de los atacantes, que no eran capaces de retirar la mirada de él, lo que le dio margen de sobra a Xayah para matarlos con una precisión devastadora.
A pesar de sus protestas, Rakan continuó acompañando a Xayah. Con el paso del tiempo, ella empezó a agradecer su compañía (aunque al principio se negase a admitirlo); sentía que el mundo no estaba tan roto ni era tan solitario. Se hicieron inseparables, y la pasión por la causa vastaya empapó la fanfarronería del bailarín de batalla. Xayah se ha adaptado a la actitud de espíritu libre de Rakan, y aprovecha el caos que este genera como distracción en los momentos oportunos. Juntos luchan para liberar los caudalosos ríos de magia de Jonia para que los vastaya vuelvan a florecer.
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league of legends 2
General Fictionesta es la continuación de league of legends donde seguiré escribiendo las historias de los campeones, si alguna cambia por algún rework también la pondré pero sera o en la misma historia del campeón o a parte como me digáis Todo este contenido le...