league of legends 2

Ryze, El hechicero rúnico

Cuando Ryze oyó hablar por primera vez de la existencia de los poderes arcanos que dieron forma al mundo, todavía era un joven aprendiz.

Su maestro, un hechicero llamado Tyrus de Helia, era miembro de una antigua orden cuyo objetivo era reunir y proteger los artefactos más peligrosos de Runaterra. Ryze oyó una conversación entre susurros de Tyrus con otro mago sobre algo llamado las "Runas Geogénicas". Cuando Tyrus percibió la presencia de su aprendiz, cortó la conversación abruptamente y aferró con fuerza el pergamino del que nunca se separaba.

A pesar de los esfuerzos de la orden, la existencia de las Runas comenzó a extenderse. Pocos se podían imaginar su importancia o el inmenso poder que albergaban, pero aun así, todo el mundo las veía como armas que se podían utilizar contra sus enemigos. Ryze y Tyrus viajaron por los diferentes territorios de Valoran, intentando sofocar la paranoia y fomentar el control. Pero con el tiempo, su éxito se volvió cada vez más precario... y Ryze notaba la creciente desesperación de su maestro. Al fin, en los territorios Noxii donde nació Ryze, se desencadenó el primer evento catastrófico que posteriormente se conocería como las Guerras Rúnicas.

Se enfrentaron dos naciones, y la tensión iba en aumento. Tyrus suplicó que sus líderes llegaran a un acuerdo en el pueblo de Khom, pero se dio cuenta de que el conflicto era demasiado grave como para usar la diplomacia. Huyó con Ryze a las colinas y, horrorizados, fueron testigos de primera mano del poder destructivo de las Runas Geogénicas.

El cielo se retorció, como herido de muerte. El suelo a sus pies se hundió. Era como si la mismísima tierra gritase y se estremeciera en arcadas. Echaron la vista al valle, donde una vez estuvieron los ejércitos rivales, pero solo contemplaron la locura: una destrucción tan atroz que desafiaba todos los sentidos físicos. Los edificios, la gente... todo había desaparecido. Incluso el océano, que solía estar a un día de camino hacia el este, estaba ahora a su alcance.

Ryze cayó de rodillas y se quedó mirando aquel gran agujero en el mundo. No quedaba nada. Ni siquiera la aldea que una vez llamó hogar.

Al poco, la guerra se extendió por Runaterra. Ryze se sentía obligado a participar en el conflicto, a elegir un bando y prestar sus habilidades mágicas, pero Tyrus lo contuvo. Ambos debían guiar a otros en el camino hacia la paz y rezar para que quedara algo del mundo cuando todo terminara.

Tyrus suplicaba mesura siempre que se encontraban a alguien en posesión de una Runa Geogénica. Muchos fueron conscientes de la amenaza de aniquilación total. De hecho, los que sufrieron más amargamente durante la guerra podrían haber entregado sus Runas, pero ninguno quiso dar el primer paso.