CAPITULO 15 "Esos hombres no me dan buena espina"

611 84 5
                                    

(narra kagome)

Estaba feliz, habíamos llegado a la playa después de haber tomado un Ray en una camioneta de unos turistas extranjeros q iban hacia la misma playa q nosotros. Acomodamos nuestras cosas bajo unos árboles y nos cambiamos para entrar al agua.
-ya notaron q Sesshomaru luce más delgado?- dijo kikyo, era cierto, había perdido mucho peso en poco tiempo, estaba únicamente con unos shorts y sin camisa y se veía más delgado.
-debe estar llendo al gym- opinó Rin mientras se cambiaba. A mi se me hizo raro pero no presté mucha atención.
Todos entraron al agua menos Inuyasha y yo pues estábamos cuidando de las cosas de los demás cuando de pronto sonó un celular en una de las mochilas. Me giré buscando en cual de las mochilas estaba el celular y ví q era la mochila de Kagura, abrí el cierre y saqué el aparato justo cuando de cortaba la llamada.
Inuyasha se levantó y fue en busca de Kagura y cuando ella regreso le entregue su celular, lo tomo y frunció el ceño un tanto molesta mirando la pantalla.
-maldito perro rediculo- espetó molesta y empezó a caminar alejándose para poder tener un poco de privacidad. Al parecer devolvió la llamada y empezó a discutir con alguien, pensé q era con mi hermano Seiichi pero justo en ese instante mi hermano llamó a mi celular.
*Hermana! Como están? Estoy llamando al celular de Kagura y me sale ocupado, ya llegaron?* Estaba preocupado, podía notarlo en su tono de voz.
-si hermano, no te preocupes llegamos ésta mañana y estamos bien, lo q sucede es q Kagura recibió la llamada de una amiga q no pudo venir- tenía q mentirle para tranquilizarlo, él era muy celoso y la dejaba ir a esos viajes por q yo le rogaba q la dejara ir y le prometía q la cuidaría... Kagura tenía mucho q explicar. Al colgar la llamada Kagura me entregó su celular apagado, ví q llevaba el chip en su manos, lo metió a su boca y lo partió en dos para luego tirarlo en la arena, eso era raro. Decidí por el momento no preguntar.
A medio día los chicos salieron a caminar por la orilla de la playa; yo me quedé con las chicas preparando el almuerzo y cuando ellos volvieron trajeron consigo algunos peces. Sango se ofreció a prepararlos y de esa manera pude pedirle a Kagura q me acompañara a caminar un poco.
-con quien discutias hace rato?-fui directo al punto; ella y yo no teníamos secretos y yo quería saber quién era ese "maldito perro ridículo".
-kagome te voy a decir la verdad pero prométeme q no le dirás a nadie y mucho menos a tu hermano Seiichi- la veía preocupada y eso me preocupó, ella siempre solía ser fuerte y tener el control de la situación; esto tenía q ser grave. Asentí y ella continuó hablando. -hay un tipo q me está acosando, es un tipo mayor, es casado y tiene hijos de la edad de nuestros amigos... Le trabaja al gobierno y así pudo conseguir mi número, mi dirección y no para de molestarme, en varias ocasiones me ha esperado a la salida de mi trabajo y tengo miedo q un día intente hacerme algo- no podía creerlo, le pregunté si no había pensado en denunciarlo pero me explicó q ese tipo tenía contactos importantes con las autoridades y la denuncia no procedería.
-tienes q decirle a mi hermano, está en riesgo tu integridad!- trate de convencerla pero se negó rotundamente alegando q no quería q mi impulsivo hermano fuera a armar un escándalo o terminara golpeando al tipo ese. Tenía razón, mi hermano era muy impulsivo y se podría meter a problemas ya q no le gustaba perder el tiempo en palabrería; el se sentía muy seguro gracias a su entrenamiento en taekwondo.
Prometí no decir nada, pidiéndole q hablara con el tipo en un lugar público y q resolvieron el asunto lo antes posible sino tendría q decirle a mi hermano, ella aceptó, volvimos con el grupo y almorzamos tranquilamente.
Al llegar la noche encendimos una fogata, había una hermosa luna llena y con Inuyasha decidimos dar un paseo por la orilla del mar. Caminamos unos 500 mts y vimos algunas cabañas q estaban deshabitadas, probablemente los dueños las alquilaban durante el día a los turistas.
-ven acá mi amor- me haló de la mano hacia adentro de la pequeña cabaña de Bamboo y estando dentro comenzó a besarme el cuello.
-Inu.. Yasha- suspiré al sentir sus labios en mi cuello, mis manos temblaban, tenía miedo, estábamos solos, alguien podía llegar.
-dejate llevar- su ronca y seductora voz me provocó un escalofrío, me tomó por la cintura y comenzamos a besarnos; era un chico muy guapo, lo quería pero aún era muy pronto para dar el siguiente pado, sus manos subieron subitamente y cuando sentí sus manos sobre mis senos abrí los ojos y lo empujé; no estaba lista, por lo menos no todavía.
-q te sucede? No quieres estar conmigo kagome? No me digas q tienes miedo- soltó una carcajada y di la vuelta muy molesta. Salí de la cabaña y sentí sus fuertes manos agárrame con fuerza de la cintura. -perdoname- me susurró al oído haciendo q mi enojo se volviera historia. -si aún no estas lista toblo entenderé, sólo quiero q sepas q te amo y que deseo estar contigo pero no voy a obligarte a hacer algo q no quieras- sentí su aliento en mi cuello y luego sentí sus labios. Me giró y me besó tiernamente en los labios.
Cuando caminábamos de regreso vimos a un par de hombres caminar por la orilla del mar. Se balanceaban de un lado a otro; al parecer venían ebrios. Continuamos caminando en dirección de donde ellos venían.
-inuyasha, tengo miedo, esos hombres no me dan buena espina- dije apretando su mano, me pidió q me tranquilizara y seguimos caminando. Al estar a unos 10 mts ellos empezaron a caminar derechos y corrieron hacia nosotros. Nos separamos y ellos hicieron lo mismo, uno trató de agarrar a Inuyasha y el otro venía por mi. Grité el nombre de mi novio sumamente asustada al tener al tipo frente a frente; estiró su mano para tomarme de la sudadera y lo esquivé para luego tomarlo del brazo y derribarlo como en la academia me habian enseñado, voltee y ví como Inuyasha golpeaba en el rostro al otro hombre quien cayó al suelo y así Inuyasha aprovechó para postearlo un par de veces. Reaccioné y ví al hombre q estaba a mi lado tratando de lecantarse, tome arena y se la lancé a los ojos, fue ahí cuando escuché el grito de Inuyasha.
-kagomeeeee!!! Corre, trae una navaja!!!- empecé a correr a todo lo q mis piernas daban, inuyasha venía detrás corriendo también y los tipos nos siguieron pero no pudieron alcanzarnos.
Llegamos agitados hasta donde estaban nuestros amigos quienes sorprendidos se pusieron de pie, mis manos temblaban y a como pude, les conté lo q había sucedido y muy enojados decidieron ir con Inuyasha hacia el lugar donde habíamos estado. Yo me quedé con mis amigas tratando de calmarme de pero me preocupaba saber q ellos no llevaban ningún arma para defenderse y los otros dos andaban por lo menos un arma blanca.
Aproximadamente una hora más tarde todos volvieron con piedras y palos en mano pero dijeron no haber encontrado a los dos maleantes. Di gracias a Dios por verlos volver sanos y salvos, nunca pensé q una simple caminata con mi novio a la luz de la luna fuera a terminar de esa manera.
Esa noche nadie durmió, todos nos quedamos despiertos por si aquellos delincuentes volvían a aparecer. Estuvimos jugando cartas jugando fútbol con otro grupo de chicos extranjeros q aparecieron, luego pasamos parte de la madrugada y hasta el amanecer contando historias de terror.
Al día siguiente Naraku y Kagura quedaron cuidando de nuestras cosas y el resto fuimos a disfrutar de las deliciosas aguas, yo no sabía nadar pero eso no era impedimento para divertirme con mi novio y amigos. Inuyasha me cargaba en sus hombros mientras permanecía con el agua hasta el pecho, Miroku cargaba a Sango, Kohaku a rin, Bankotsu a Yura, Sesshomaru a kikyo; jugábamos con una pelota inflable y los reíamos mientras tratabamos de derribar al resto. Luego inuyasha trato de enseñarme a nadar y no supe cómo pero terminamos alejandonos de los demás hasta llegar a un punto donde dos fuertes corrientes nos atraparon y no podíamos salir, las olas nos golpeaban fuertemente, Inuyasha no soltaba mi mano, tratabamos de salir pero cada vez era más imposible, entré en pánico cuando mis pies ya no tocaban el fondo...

NUESTRA HISTORIA (SESSHOME)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora