CAPITULO 9 "El robo"

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Estando en la cancha de fútbol viendo a kagome defendiendo aquella portería tan fieramente me hizo recordar nuestro viaje a la playa donde por primera vez la ví débil.
FLASHBACK
Con un mapa en la mano, una mochila cargada de víveres y una gorra para cubrirme del sol salí de mi casa, Bankotsu me esperaba en un parque cercano a su casa y de ahí nos fuimos a casa de Yura donde nos esperaba el resto del grupo.
Empezamos a caminar hacia las afueras de la ciudad, el sol era inclemente, acabábamos de salir de casa y ya íbamos sudados. Ví a kagome quedarse atrás y propuse descansar, me acerqué a ella y le di un a botella con agua.
-te sientes bien?- pregunté al verla sentarse y masajearse las sienes obvias la calor estaba haciendo estragos en ella, asintió y dió un sorbo al agua.
-si quieres podemos tomar un autobús al llegar a la estación- propuse al verla sofocada; no quería q se fuera a desmayar. Kagura me ayudó a convencerla para tomar el autobús y caminamos hasta la estación.
Al llegar a la estación, vimos el autobús q iba hacia nuestro destino y un tipo se nos acercó con un talonario en mano preguntando q si todos íbamos a viajar.
-no, sólo veníamos a ver q tan bonito era el autobús por dentro- respondió inuyasha sarcásticamente y es q aquella era la pregunta más ridícula q había escuchado en toda mi vida.
-tienes q comprar un boleto para viajar, pues el autobús no sale hasta q tiene el 40% de los asientos vendidos- dijo el hombre muy serio, nos miramos entre todos y asentimos, nosotros sabíamos q en ocasiones así era, debíamos comprar un boleto antes de abordar pero en otras ocasiones sólo abordabamos y luego pagabamos.
Cada quien pagó la cantidad indicada por el hombre y éste nos dió un boleto a cada uno. Minutos después el autobús casi se llenó y salió con rumbo a su destino.
Una hora más tarde vimos a un hombre pasar por cada uno de los asientos cobrando el valor del transporte, al llegar donde Naraku éste le dijo q ya habíamos pagado y le mostró el boleto q el hombre de la estación nos había dado y comenzó la discusión.
-ustedes no son de Tokio?- preguntó altaneramente el conductor haciendo q Naraku se pusiera de pie al igual q Inuyasha.
-que te sucede, claro q somos de Tokio imbécil!- respondió inuyasha muy molesto. -te estamos diciendo q ya pagamos el boleto y quieres cobrarnos otra vez?- hasta entonces comprendí el por q de la discusión.
-nosotros no vendemos boletos niño, así q o me pagan ustedes dos su pasaje o se bajan del autobús de inmediato- estaba muy enojado y hablaba muy en serio; el chofer se estacionó a un lado de la carretera al escuchar la discusión y se acercó a ver cuál era el problema. -estos dos muchachos no quieren pagar su pasaje por q dicen q ya pagaron un boleto para viajar- explicó al chofer.
-un momento, no pagaron el boleto sólo ellos dos sino todos nosotros- dije poniéndome de pie muy molesto, esto tenía q ser un malentendido.
-somos 12 en total, como así q tenemos q pagar nuevamente- dijo Rin y al instante todos se pusieron de pie.
-usted se parece mucho al tipo q nos vendió los boletos, no serán hermanos?- Kohaku tenía razón; el chofer era bastante parecido al hombre q nos había cobrado en la estación.
-obvio q son familiares y ahora se están haciendo los locos para q les volvamos a pagar- intervino kikyo.
-no será q ustedes imprimieron esos boletos para viajar de gratis?- se defendió el chofer, maldita sea, la temperatura estaba cada vez más insoportable y aquel par de idiotas no querían continuar el viaje hasta q les pagaramos o nos bajaramos.
-yo digo q nos bajemos y no les demos gusto al trío de ladrones- opinó Kagura tomando su enorme mochila.
-si por q como creen q les vamos a pagar dos veces!- dijo Sango muy enojada, el viaje era bastante largo pero si habíamos podido llegar a la finca de los abuelos de kagome el año pasado también lograriamos llegar a la playa.
-los vamos a denunciar con la policía y el ministerio del transporte- amenazó Miroku tomando sus cosas. Bajamos del autobús, le tomamos fotografías y al querer tomarle el número de matrícula nos dimos cuenta que no tenía ni por delante ni por detrás.
-mierda, nos robaron!- Bankotsu estaba furioso, nos habían dejado en medio de la nada y el abrazador sol de medio día nos hacía sentir en el infierno.
-perdon muchachos- la triste voz de kagome llamó mi atención, me acerqué a ella y la abracé. -todo esto es culpa mia- dijo correspondiendo a mi abrazo.
-tranquila kagome, tu no tienes culpa de nada- amaba abrazarla, esta vez podía hacerlo tranquilo ya q no venía con novio.
-no es culpa tuya kagome, la culpa la tienen esos sinvergüenzas- dijo Yura, todos se acercaron y se unieron al abrazo.
-somos un equipo no es así?- todos asentimos ante las palabras de Bankotsu. -de q llegamos a la playa llegamos, ésta tontería no va a arruinar nuestro viaje- él siempre tenía las palabras correctas para darle ánimo al equipo.
Empezamos a caminar y cada q veíamos un vehículo donde alcanzaramos le hacíamos señas para q nos dieran ray, el 3er vehículo q pasó por aquella solitaria carretera fue un camión lleno de sandías, el chofer dijo q subieramos pero q tuviéramos cuidado con las sandías. Le agradecimos y con mucho cuidado subimos al camión el cual nos llevó hasta cierto punto por q él se dirigía hacia otra ciudad. Nos había llevado dos horas así q sin duda estábamos mucho más cerca de nuestro destino. Caminamos otros 2km hasta llegar a un lugar con bastantes árboles y las chicas prepararon la cena antes del anochecer.
Entrada la noche cada uno contó anécdotas de su vida, estábamos conociéndonos mejor, cuando Miroku q estaba ala par mía terminó de hablar Bankotsu me dió un codazo en las costillas y me susurró q era el momento perfecto para decir todo, estábamos al rededor de una fogata y mire a kagome q estaba frente a mi al otro lado del fuego y negué con la cabeza, no estaba preparado. Saque una baraja y propuse jugar, los chicos aceptaron de inmediato pero Bankotsu me miró decepcionado. Horas más tarde casi todos estaban dormidos excepto Miroku, Bankotsu y yo q nos habíamos quedado a vigilar. Empezaron a decirme q era un tonto q si era q ya no quería andar con kagome, q por q no había querido hablar si era el momento perfecto pero la verdad es que no estaba listo para hablarle de mis sentimientos y menos delante de todos, no, yo lo haría en su momento y a solas así si me rechazaba no pasaría la vergüenza de mi vida. Les dije a los dos q se fueran a descansar y aceptaron, después de todo no eran de piedra y me quedé sólo cuidando del grupo... Me acerqué a kagome y la ví, se veía hermosa mientras dormía, su carita serena, algunos mechones de cabello pegados en su frente y cuello, estaba exhausta, eso era seguro... "Mi niña" dije mentalmente aunque cada día dejaba atrás a la niña q conocí ya q estaba convirtiéndose en una preciosa jovencita q en diciembre cumpliría 15.
Al día siguiente un autobús de una iglesia q iba hacia la playa nos llevó y finalmente pudimos disfrutar de las refrescantes aguas, pasamos 6 días ahí y completamente bronceados decidimos volver a la ciudad. Afortunadamente un camión Mercedes Benz q transportaba plantas hacia Tokio nos dió Ray y pudimos dormir esa noche en casa.

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