Catarsis ↬ Jaeyong ; Yuwin ; Markhyuck [NCT]

Capítulo 21

Arruinados

Sábado, 8 de septiembre.

—Mañana salgamos —propuso Donsgun acariciando levemente la cabeza de Taeyong. —Disfrutemos todo el día entre nosotros, solos los dos —casi rogó esperando a que su novio aceptara.

—¿Todo el día? —preguntó Taeyong con la cabeza escondida en su cuello. No quería mirarlo a los ojos, cada día se sentía menos fuerte.

—Sí, todo el día —asintió distraídamente. —Tu y yo, juntos.

Taeyong no fue capaz de negarse, así que con el corazón en la mano asintió dejando un pequeño beso en el pecho de Dongsun.

—Claro, mi amor.

Domingo, 9 de septiembre.

Taeyong siempre había sido un chico feliz, agradecido de la vida. Nunca se quejaba de nada, ni siquiera cuando nació Jaeno se quejó porque le daban tantas cosas a él que llegaban a olvidarse de Taeyong. Él pensaba que su pequeño hermanito estaba bien, entonces todo estaba correcto.

Cuando comenzaron a darle las crisis de pánico él no entendía que le pasaba. Era alguien feliz, sin ningún problema, ¿entonces por qué sentía que moría asfixiado? Era un chico bueno, nunca le había hecho nada a nadie, pero entendió que todas las personas deben tener algo duro en la vida para saber afrontarlas.

Cuando Taeyong creció comenzó a ver el amor de manera diferente, comenzó a enamorarse del alma de las personas, no de su físico. Su perspectiva de la vida cambió; solo quería amor y tranquilidad, una vida estable.

Pero sobre todo aprendió a ser un chico valiente que sonreía cuando estaba hecho pedazos por dentro porque Lee Taeyong se dio cuenta que la vida era dura, una jodida hija de puta que tenía que aprender a saberla llevar.

Por eso, mientras paseaba por las calles de la mano de Dongsun él pensó en tomar todos los riesgos, porque si ganaba sería mucho más feliz, pero si perdía sería más sabio.

Porque Taeyong sabía que por muy escondido que estuviera, el sentimiento de estar enamorado de Yoonoh estaba presente.

—¿Cómo te ha estado yendo en el trabajo? —Dongsun preguntó mientras caminaban tranquilamente por el puente del río Han.

—Bien, todo normal —contestó Taeyong encogiéndose de hombros. —Esta temporada nos enfocaremos solo en un proyecto, así que no será tan difícil. ¿Cómo te está yendo en el hospital?

—Hoy en la mañana llegó un niño con un brazo roto, tenía 3 años y la mamá no se preocupó de él y cayó por la ventana. Cuando llegan niños así me da tanto coraje porque hay tantas mamás que no se preocupan de ellos —dijo el mayor negando levemente con la cabeza. —No todas son así, pero sí muchas.

—Es una lástima —Taeyong murmuró sintiendo pena por esos pequeños niños.

—Cuando tengamos a nuestros hijos los cuidaremos como oro —dijo Dongsun con una sonrisa. —¿De acuerdo, mi amor?

Taeyong sintió sus ojos picar y su estómago revolverse. ¿Por qué de repente Dongsun decía esas cosas? Pero entonces recordó todo el futuro planeado que tenía junto al chico que estaba a su lado.

—Claro —susurró aferrando aún más su mano.

—¿Qué nombres le pondremos? Siempre me ha gustado Mina, o si es hombre Minho —Dongsun acarició su mano con su dedo pulgar.

—E-esos e-están bien —tartamudeó, haciendo un leve puchero que su novio no se dio cuenta. No quería volver a hablar, pero entonces su celular sonó y se apartó un poco de Dongsun mirando la pantalla. —Me está llamando Sicheng, espérame un poco.