Catarsis ↬ Jaeyong ; Yuwin ; Markhyuck [NCT]

Capítulo 41

Confundidamente sorpresivo

Domingo, 11 de noviembre.

Mark tenía la vista fija en él, tan penetrante que causaba escalofríos en todo el cuerpo de Donghyuck. Desde que su archivo de la tesis se había eliminado que no había dormido para poder terminarla antes del 17 de diciembre. Ese día debían presentarla frente al director y un jurado, ellos decidirán si se les otorgaban o no el diploma a los futuros licenciados.

—Ven a acostarte, Donghyuck, mañana puedes seguir ahí —dijo Mark palmeando el lado de su cama, esperando que el moreno le hiciera caso.

—Tengo que avanzar en esto Mark —respondió el otro, sus manos temblando por la ansiedad que estaba sintiendo. Estaba agotado, con ojeras notables y sin apetito. Aunque Mark quería disfrutar viéndolo sufrir, igual se sentía desesperado por lo que esos últimos días se había convertido Donghyuck.

—Puedes avanzar con eso mañana —resopló Mark, levantándose de la cama, situándose detrás de Donghyuck y fue sorprendente para él ver como el moreno temblaba solo ante su cercanía. ¿Donghyuck acaso temblaba de miedo?

—N-no —negó tragando saliva, removiéndose un poco incómodo para que Mark sacara sus manos de encima de sus hombros. —Puedes ir a dormir tú si quieres.

Mark tomó una profunda respiración, tratando de controlarse, así que nuevamente puso sus manos en los hombros ajenos ejerciendo un poco más de fuerza.

—Hyuckie —a pesar de usar el diminutivo, su voz era dura, como si le ordenara. —Ahora iremos a comer algo, ¿qué quieres? ¿pizza? ¿sushi? Tú dime y yo lo pido. Estos días no has estado comiendo y por lo que veo te estás llevando mucho trabajo en la empresa ahora que Sicheng hyung no está.

—Chittaphon hyung dijo que luego de que me graduara él me iba a contratar oficialmente —susurró Donghyuck, con sus ojos fijos en la pantalla del ordenador. —Q-quiero hacerlo bien.

—Ya lo estás haciendo bien —Mark asintió levemente, girando la silla para que quedaran frente a frente. —Así que, ¿qué quieres?

—¿Crees que pueda ser algo dulce? —su voz era tan baja que Mark se tuvo que acercar un poco para oírlo mejor, pero Donghyuck tembló al instante por la abrupta cercanía del contrario. —¿M-Mark? ¿puedes alejarte un poco?

El canadiense frunció las cejas, alejándose un poco de él, sintiendo como su corazón volcaba al verlo tan indefenso, incluso temblando. Él quería hacerlo sufrir, no alejarlo.

—¿Algo dulce? —pero él prefirió evitar el tema y después de mucho, volver a la normalidad, aunque fueran solo minutos. —¿Donas? ¿algún chocolate? ¿Brownie?

—Chocolate caliente estaría bien —contestó, tratando de girarse nuevamente para seguir escribiendo, pero Mark lo retuvo allí, mirándolo tan directamente que todo su cuerpo se puso en alerta.

—Ve a cambiarte, iremos a una cafetería —dijo simplemente, dejando un pequeño beso en la frente que eso descolocó al menor totalmente. Tardó al menos 2 minutos en levantarse y acatar la orden que Mark le había dado por miedo a que el contrario se enojara con él. Se cambió rápidamente, mirando el reloj y éste marcando cerca de las 11 de la noche.

Mark apareció desde el baño cambiado de ropa y su cabello algo mojado, también llevaba algo de perfume.

—¿Estás listo? —preguntó tomando las llaves de su auto y su billetera. —Vamos, alguna cafetería debe estar abierta.

—Podemos quedarnos en casa —Donghyuck dijo, caminando detrás de Mark. El silencio se vio interrumpido porque su estómago gruñó fuertemente, ganándose una mirada divertida del canadiense.