¿Estás bien?
Viernes, 24 de agosto.
Sicheng tomó todas sus cosas rápidamente y las guardó en su bolso bajo la atenta mirada de Taeyong.
—Tan apurado que vas —comentó con una sonrisilla. —¿Te viene a buscar tu Romeo?
—Sabes que quedó con que me vendría a buscar los viernes —respondió el chino mientras se encaminaban hacia los elevadores. —¿Cuándo llega Chittaphon hyung? No le presté mucha atención cuando mencionó el viaje.
—Johnny y Chittaphon hyung vuelven mañana. Dijeron algo de que era urgente por el tema de la empresa, pero no recuerdo más, además de que lo que pasa en la empresa se queda entre ellos.
—Ambos saben llevar todo esto muy bien, estoy sorprendido porque son muy jóvenes para tener tanta responsabilidad.
—Todos tenemos responsabilidades grandes en la vida, la de ellos es saber llevar la empresa.
Cuando llegaron al primer piso, se despidieron del conserje y salieron hacia el estacionamiento en donde Yuta lo estaba esperando apoyado en el auto mientras tecleaba algo en su celular. Sicheng y Taeyong se acercaron a él, el segundo solo para molestar porque la verdad es que no deseaba para nada llegar a su propia casa y volver a mentirle a su prometido.
—Hyung —llamó Taeyong. Ya se habían visto un par de veces cuando Yuta pasaba por su amigo al trabajo y entablaban algunas conversaciones. —¿A dónde llevarás hoy a mi querido amigo Sicheng?
—¡Taeyong! —el chino negó con la cabeza, sintiéndose algo avergonzado por lo que su amigo había dicho.
—Tenía planeado comprar comida japonesa y después llevarlo al departamento y cenar allá —contestó juguetonamente. Desde que había conocido a Taeyong habían comenzado a llevarse bien y la verdad era que prefería más a Yoonoh con el coreano que con su novia actual, una auténtica loca.
—Nunca he probado comida japonesa —hizo un pequeño puchero. —Hyung, espero que algún día me invites a comer de tu comida.
—Algún día lo hare, Taeyong-ah.
Y justo cuando el coreano estaba a punto de contestar con algo más, una llamada los interrumpió y Taeyong soltó un suspiro mientras llevaba su celular hacia su oído para contestar.
—¿Donggie? —dijo dándole una cansada mirada a su amigo. Él amaba a su prometido, pero ya estaba exhausto de tener que mentirle en su propia cara sobre que le era infiel. Era un peso que tenía que mantener sobre sus hombros y eso lo estaba desesperado de sobremanera. Se sentía horriblemente mal por lo que le hacía a su novio.
Sicheng se apoyó en el auto a un lado de Yuta mientras que el japonés volvía a mirar su celular para responder los mensajes que tenía. En cambio, el chino siempre miró a su amigo, incluso cuando lo vio ponerse nervioso y un poco pálido.
—Y-yo... ¿Una sudadera? —su labio tembló y miró con miedo a su amigo. —Donggie...
Entonces Sicheng entendió todo, porque la manera en cómo se comportaba Taeyong lo delataba de inmediato.
—Es mía —susurró Sicheng para así ayudar al bloqueo mental en el que su amigo se internó. Sabía bastante bien que la sudadera de la que hablaba era la de Yoonoh, lo más probable es que la hubiera dejado olvidada el día que pasaron juntos en la casa de Taeyong.
—Umm... Es de Sicheng —mintió otra vez a su prometido y sentía que ya no podía con ninguna mentira más. Era suficiente, quería terminar con todo el sufrimiento que sentía. —Se le quedó ese día que fuiste de viaje. No quería estar solo, así que le pedí que se quedara en casa porque Doyoung tenía que trabajar.
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Catarsis ↬ Jaeyong ; Yuwin ; Markhyuck [NCT]
Hayran KurguDong Sicheng guarda un secreto muy grande, pero Nakamoto Yuta está dispuesto a descubrirlo sin importar las consecuencias. Lee Taeyong y Jung Yoonoh estarían perfectamente bien juntos si tan solo no tuvieran a sus parejas esperándolos en casa. Para...