Catarsis ↬ Jaeyong ; Yuwin ; Markhyuck [NCT]

Capítulo 24

No puedo ir hacia ti

Miércoles, 19 de septiembre.

Mark era una persona sensible, todos lo sabían. Era alguien agradable, lindo. Humilde y también agradecido con lo que tenía. Mark era un buen chico, alguien que no debía sufrir ni tener pensamientos tormentosos.

Él merecía un tipo de relación que lo dejara dormir tranquilamente por las noches, que le diera paz mental. ¿Pero por qué entonces estaba comenzando a angustiarse? ¿Por qué quería tanto besar a Donghyuck, pero al mismo tiempo alejarlo?

Él debía estar feliz porque, aunque no estuviera oficialmente saliendo con Donghyuck, Mark se sentía totalmente atraído por su mejor amigo. Pero no. Él no estaba feliz para nada, de hecho, parecía angustiado y más de algún amigo lo había notado y se lo había dicho.

—Markkie —le dijo Jungwoo esta vez mirándolo con el ceño fruncido levemente. —¿Te sientes enfermo?

—¿Mhh? —alzó un poco las cejas, sintiendo la penetrante mirada de Donghyuck a su lado. —Estoy bien.

Pero Jaemin lo miró fijamente como queriendo adivinar cada uno de sus pensamientos. Rehusó la mirada, la apartó y prefirió dejarla hacia su comida que estaba frente a él. No podría mentir ante Jaemin.

Más tarde, esa misma noche, en la misma cama, Donghyuck lo tenía aferrado a su cuerpo, tan abrazados que incluso Mark se sentía asfixiado.

—¿No eres feliz? —preguntó entonces Donghyuck con su voz baja, como si lo torturara mientras acariciaba su brazo lentamente.

—¿Por qué preguntas eso?

—Estás raro —comentó Donghyuck, su voz sonando extraña. —Ya no quieres seguir con esto, ¿cierto? —dijo alejándolo un poco para mirarlo con el entrecejo fruncido. —Ya te aburriste. Lo más probable es que quieras ir detrás del culo de Yerim, ¿no es así? —alzó las cejas y su voz comenzó a ponerse más demandante.

—¿Qué? —Mark se separó un poco para también mirarlo con el ceño fruncido. —¿De qué hablas, Hyuckie?

—Eres un jodido cualquiera —rezongó levantándose de la cama mientras tomaba su cabeza. Mark tragó saliva por el repentino comportamiento de su amigo. ¿Qué demonios estaba pasando?

—N-no... Yo-

—Eres mío —dijo Donghyuck, esta vez mirándolo tan fijamente que todo el cuerpo de Mark tembló. El coreano tenía las pupilas dilatadas, estaba con el ceño fruncido y la mandíbula apretada, como si algo le molestara de manera increíble. —Métetelo en la cabeza, Minhyung. Eres mío. Y si tengo que alejarte de toda la jodida gente que te rodea, tenlo por seguro que lo haré.

A Mark se le llenaron los ojos de lágrimas sin saber qué hacer ni qué decir. ¿Qué hice? No lo entendía. Él simplemente no había tenido un buen día, además de sentirse oprimido por su amigo, pero jamás se quejó o le dijo algo que lo hiciera molestar. Siempre le daba en el gusto en todo.

No era ningún secreto que todo se estaba volviendo en algo más tóxico. Mark lo sabía y esperaba que Donghyuck se diera cuenta porque él ya no estaba aguantando. Quería mandar todo al demonio.

¿Qué hice?

Donghyuck cumplió cada palabra. Al día siguiente, apenas terminaron las clases lo arrastró fuera de la universidad y ni siquiera lo dejó saludar a sus amigos. Simplemente hizo que casi corriera para llevárselo a un lugar donde hubiesen pocas personas y nadie molestara. Donde nadie lo mirara.