Reencuentro
Viernes, 27 de julio.
Taeyong nunca antes había rechazado los toques de su novio. Él incluso, pedía más, casi le exigía. Porque claro, Taeyong era un chico muy exigente, alguien a quien le gustaba las cosas correctas.
Siempre estaba pendiente por hacer todo bien, de que todo saliera bien. Desde que comenzó a salir con Dongsun se esmeró por siempre encantarle a su novio, de darle regalos e incluso de mimarlo. Él era feliz así, de esa manera, haciendo todo bien; como debían ser las cosas.
Pero, ¿por qué de repente todo estaba saliendo mal? ¿Por qué sentía que no estaba viviendo su vida? Él no lo sabía, mucho menos su novio que había comenzado a notarlo extraño.
Por eso, una noche luego de cenar y acostarse, comenzó a pasar las manos por los costados de Taeyong, para poder distraerlo y poder hablar, aunque sea unos minutos con él. O incluso si no eran palabras las que salían, podrían comunicarse con labios.
Pero las manos de Dongsun quemaban su piel. Sentía que ardían y quería llorar porque nunca antes le había pasado eso. Siempre le pedía más, y Dongsun estaba gustoso de hacerlo, pero esta vez, cuando Taeyong le pidió con la voz rota que parara él solo frunció el ceño y se apartó preocupado por lo que le pasara a su novio.
Dongsun quería hablar, pero le quedó claro que Taeyong no quería hacerlo cuando éste último le dio la espalda y se acercó aún más a su extremo de la cama, casi estaba colgando, pero no le importaba porque él no quería verle la cara a su novio.
Él no quería mirarlo porque sentía que era la peor persona del mundo.
Sábado, 28 de julio.
A la mañana siguiente Taeyong se levantó primero, le preparó el desayuno a Dongsun como acostumbraba a hacer y luego él se sirvió una taza de café. Con cada trago que daba sentía que se ahogaba porque se sentía solo. Tenía ganas de llorar por la infidelidad que estaba cometiendo.
Taeyong siempre había sido una persona sensible, alguien débil de mente que con cualquier cosa que hiciera mal se ponía a llorar. Incluso si se salía de su régimen diario, se ponía histérico.
Y estaba a punto de entrar en la histeria porque no sabía que hacer, no sabía a quien contarle que estaba sufriendo internamente, pero que también lo estaba disfrutando.
Y justo en el momento que sintió ruido en el cuarto que compartía con su novio se le vino el nombre de Sicheng a la mente; el chico que sin querer se había enterado de su infidelidad y el único que lo sabía. Y hace unos días el tal desconocido le había mandado un mensaje informándole que tenía celular y que en cualquier momento podrían hablar si Taeyong se sentía mal.
—Buenos días, amor —saludó Dongsun saliendo de la habitación solo en ropa interior. Taeyong ni siquiera se giró a mirarlo porque no se sentía con la valentía de hacerlo, incluso si ya habían pasado 3 días de la última vez que había tenido contacto con Yoonoh.
—Buenos días. Te dejé el desayuno listo... —tomó aire unos segundos, para luego levantar la cabeza y fingir una sonrisa. —Hoy saldré con un amigo.
—Claro —contestó su novio mirando su rostro, analizándolo. —¿Qué pasa, amor? ¿Por qué te siento tan distante?
—No es nada, estoy algo cansado —contestó desviando la mirada hacia su teléfono en donde comenzó a redactar un mensaje para su nuevo amigo Sicheng.
Sintió las manos de su novio en su cuero cabelludo y se tensó completamente pero cuando los dedos comenzaron a dejar pequeños masajes allí sintió que volvía a respirar con calma luego de tanto tiempo alrededor de Dongsun.
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Catarsis ↬ Jaeyong ; Yuwin ; Markhyuck [NCT]
FanfictionDong Sicheng guarda un secreto muy grande, pero Nakamoto Yuta está dispuesto a descubrirlo sin importar las consecuencias. Lee Taeyong y Jung Yoonoh estarían perfectamente bien juntos si tan solo no tuvieran a sus parejas esperándolos en casa. Para...