Catarsis ↬ Jaeyong ; Yuwin ; Markhyuck [NCT]

Capítulo 19

Déjame ayudarte

Domingo, 2 de septiembre.

Taeyong, en el pasado, disfrutaba tanto de los domingos porque pasaba acostado debajo de las mantas con su prometido, dándose mimos y dejándose amar. Era el único día libre que a Dongsun le daban en el hospital y ellos preferían disfrutarlo acostados, abrazados, besándose.

Pero hace ya unas cuantas semanas, Taeyong había comenzado a desaparecer los domingos. Dongsun no sabía que le pasaba, él realmente no quería desconfiar de su novio, ¿pero cómo no hacerlo si ni siquiera pasaban tiempo juntos? Taeyong siempre ponía excusas, algunas más creíbles que otras, pero entre ellos había confianza, ¿cierto? Todo estaría bien.

Lo que Dongsun no sabía, era que Taeyong había comenzado a salir para encontrarse con Yoonoh en lugares ocultos, sin que muchas personas los vieran, como, por ejemplo; hoteles.

Ellos realmente pagaban por un día entero y pasaban acostados, haciendo lo mismo que Taeyong hacía con Dongsun. Y estaba mal. Todo eso estaba tan horriblemente mal que Taeyong comenzó a dudar de todo; sobre Dongsun, sobre Yoonoh, sobre su futuro matrimonio y sobre la infidelidad que estaba cometiendo.

Pero él no lo entendía, ¿cómo algo que lo hacía sentir tan malditamente bien, estaba tan mal?

Yoonoh, por su parte también sentía culpabilidad porque desde los 19 años que estaba con Wendy, su novia, una chica extraordinaria, pero él no estaba enamorado, nunca lo estuvo. Nunca sintió las mariposas en su estómago, tampoco la necesidad de ver a una persona tanto, mucho menos la falta de alguien.

Hasta que llegó Yeongmin, un niño encantador que cambió totalmente la vida de Yoonoh.

Pero Yoonoh tampoco lo entendía, él no sabía que le pasaba, Taeyong le gustaba, sí. Sin embargo, ¿por qué de repente tenía la necesidad de verlo todos los días? ¿Por qué quería llamarlo a cada momento para saber como estaba? ¿Por qué quería que el menor le contara como había ido su día? ¿Por qué estaba interesado en el futuro de Taeyong? ¿Por qué quería que lo incluyera en sus planes futuros?

Yoonoh no lo entendía; pero él estaba enamorado. Y de la persona equivocada.

Taeyong sí sabía lo que le pasaba porque más de una vez en su vida lo vivió con Dongsun. Y por eso mismo tenía miedo, porque todo era tan malditamente injusto. Debería haber conocido a Yoonoh antes o incluso no debió haberlo conocido.

Su vida estaba tan jodidamente bien hasta que él apareció, no obstante, no se arrepentía. Claro que no, porque, aunque quisiera negarlo, Yoonoh era el que con una llamada alegraba su mañana, el que con una pequeña sorpresa como ir a visitarlo al trabajo lo dejaba feliz.

Pero en algún momento la feliz e injusta vida que ambos llevaban debía terminar, y Taeyong no quería que así fuese.

—Eres tan lindo —murmuró Yoonoh acariciando su rostro, mirando detenidamente cada detalle que tenía el menor.

—¿Por qué hacemos esto? —susurró Taeyong, sintiendo su cuerpo temblar. No hacía frío, de hecho, el cuerpo desnudo de Yoonoh a su lado le daba todo el calor corporal que pedía. Pero Taeyong temblaba por angustia, miedo, porque él sabía que todo lo que hacían estaba terriblemente mal.

—Me gustas, Taeyong —Yoonoh dijo besando sus delgadas manos. —Me gustas tanto que miro cada detalle tuyo y he notado como has adelgazado. ¿Estás comiendo bien?

No.

—Sí, todos los días almuerzo en el trabajo con Sicheng y ceno en casa.

—¿Entonces por qué estás tan delgado? —susurró sintiendo pesar. Él sabía cuán culpable se sentía Taeyong, pero prefería ser egoísta y hacer vista ciega al daño que le hacía porque no sabía que haría sin el menor a su lado. —Quiero que estés sano, Yonggie.