Un poco despiadado
Jueves, 29 de noviembre.
Por alguna razón que Donghyuck desconocía completamente, Mark había llegado enojado a casa y había arrasado con todos, incluso con sus padres, diciéndoles que no se metieran en su vida cuando ellos solo le habían preguntado qué era lo que había sucedido, además de informarle de que iban saliendo.
Mark le dedicó una sola mirada a Donghyuck y el menor entendió que debía ir con él o sino se metería en problemas, así que en silencio lo siguió hacia la habitación. Cerró la puerta con cuidado, tratando de no aumentar el mal humor de Mark, pero rápidamente fue acorralado contra ésta, siendo besado bruscamente en los labios.
No entendía que pasaba y porqué el mal humor de Mark, pero le correspondió al beso un poco desconcertado. Las manos ásperas de Mark que alguna vez fueron suaves recorrieron el cuerpo de Donghyuck por debajo de la camiseta y el menor se removió un poco inquieto cuando trató de apartarla.
Pero a Mark no le importó mucho así que lo llevó hasta la cama y lo dejó caer allí, sin siquiera sentir como Donghyuck temblaba porque estaba siendo completamente cegado con la lujuria y el deseo que sentía en esos momentos. Todo lo que alguna vez juró proteger lo estaba echando a perder en esos momentos.
—Mark, hablemos —susurró el menor, sintiendo un nudo en su garganta porque podía ver a Mark tan decidido a eso que le daba hasta miedo. —Por favor.
—No quiero hablar de nada ahora, Hyuckie —Mark rodó los ojos, sacándose la camiseta blanca que tenía y acomodándose sobre el castaño. —¿Es que no lo entiendes? Quiero follar.
—Mark —Donghyuck murmuró, pero fue callado cuando el canadiense comenzó a dejar besos por toda la parte de su mandíbula, yendo directamente a su cuello. —Primero hablemos.
—¿Y de qué quieres hablar? —dijo sin tomarle mucha importancia. Tiró de la camiseta de Donghyuck hacia arriba y terminó sacándosela aunque el menor en un principio pusiera algo de resistencia. —Vamos Hyuckie, quieres esto y yo lo necesito, no es ningún problema.
Y aunque Donghyuck tenía miedo de esta nueva faceta tan dominante de Mark, se dejó hacer, se dejó besar, tocar y acariciar, hasta que se dio cuenta cuando estaba completamente desnudo bajo la lujurienta mirada de Mark, siendo tocado donde nunca en su vida lo había tocado.
Y todo era tan nuevo para él que se sentía incómodo, mucho más cuando Mark se despojó de sus ropas y terminó desnudo sobre él, besándolo con frenesí, sus manos tocando cada parte de su piel. Y aunque era tan raro para él estar de esa manera, se prometió así mismo no preocuparse porque a quien le estaba ofreciendo su cuerpo y alma era a Mark, su mejor amigo y amante, quien confiaba plenamente y sabía que, aunque estuvieran en los peores casos, Mark jamás lo lastimaría.
El dolor real vino después, cuando el canadiense entró completamente en él, haciéndolo sollozar, tratando de buscar los labios de Mark, pero estaba tan ocupado tratando de marcarlo en todo su cuerpo que la única manera de dejar salir el dolor fue rasguñando la espalda ajena.
Las embestidas de quien creía ser su mejor amigo no estaban siendo suaves ni delicadas, eran fuertes y bruscas, pero la mente de Donghyuck no era capaz de procesar el daño que Mark le estaba haciendo, se engañaba así mismo diciendo que los golpes, los tirones en el cabello y las grotescas marcas en su cuerpo no eran más que la manera de profesar el amor que sentía Mark por su persona, que esto podría ser mucho peor, que el dolor físico y psicológico que sentía no era nada.
«Pero el amor no tiene porqué doler, ¿verdad, Makku?»
Claro que no, él amaba a Mark, entonces esto no podía ser doloroso para él, no debía llorar por estar haciendo algo tan precioso como entregarle su primera vez a su mejor amigo, ¿quién más sino Mark? Él era perfecto, incluso si lo hacía mierda en ocasiones, incluso si su corazón dolía por su culpa no dejaría de volver a él una y otra vez, porque Mark era su todo, y aunque le gustaría ser tratado con delicadeza debía aceptar que así le gustaba a Mark.
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Catarsis ↬ Jaeyong ; Yuwin ; Markhyuck [NCT]
FanfictionDong Sicheng guarda un secreto muy grande, pero Nakamoto Yuta está dispuesto a descubrirlo sin importar las consecuencias. Lee Taeyong y Jung Yoonoh estarían perfectamente bien juntos si tan solo no tuvieran a sus parejas esperándolos en casa. Para...