Catarsis ↬ Jaeyong ; Yuwin ; Markhyuck [NCT]

Capítulo 54

Habitaciones vacías, felicidad abundante

Domingo, 30 de diciembre.

Donghyuck paseó su mirada por su alacena, todo totalmente pelado, sin nada de comida, su nevera solamente contenía botellas de agua y una que otra comida precalentada. Ese lugar era suyo, estaba bajo su nombre, pero de alguna manera, él sentía que no era de su propiedad. Desde siempre había juntado dinero, desde que sus padres lo abandonaron él comenzó a guardar cada won que los señores Lee le daban, además con el sueldo que había adquirido en la empresa en la que estaba actualmente, él había podido conseguirse un pequeño departamento. Era pequeño, lugar suficiente para una sola persona y él estaba bien así.

Pero solo era eso, un lugar. Las paredes eran blancas, sin ninguna decoración, ni sofás ni televisores, ni cuadros ni colores. Todo era neutro, con solo una habitación y una cama en donde él podía descansar, que era la mayoría del tiempo. Había ido a un médico general donde le dio una licencia de trabajo para que faltara en lo que se recuperaba de su reciente estrés y ansiedad. Tomaba cada una de las pastillas que el doctor le había recetado para que se sintiera mejor, obedecía a lo que el médico había dicho, descansaba lo suficiente, dormía todo lo que podía... pero entonces ¿por qué sentía que se ahogaba cada vez más? Ni siquiera comenzaba a sentir apetito, él solo comía porque sabía que debía hacerlo, pero habían días en que él ni siquiera sabía qué demonios hacía, era como que si él simplemente existiera.

Desde que una vez acompañó a Sicheng a comprar cosas para su casa, él se había emocionado. Desde ese momento siempre pensó en cómo sería comprar las decoraciones para su casa, las pinturas para las paredes, los muebles, sillones, cortinas, todo. Ahora que tenía el lugar, no quería comprar absolutamente nada, ni siquiera sabía si podía llamar a ese lugar hogar.

Estaba totalmente desconectado del mundo, su teléfono estaba apagado la mayoría del tiempo y cada vez que lo encendía le enviaba un mensaje a Renjun para que supiera que estaba bien, luego volvía a apagarlo. No sabía nada de nadie, aún si moría de ganas por preguntar por Mark. Si él había tomado esa decisión entonces debía seguir de esa manera.

Se dejó caer en el suelo del departamento luego de tomar un vaso de agua sin saber que hacer. Estaba aburrido, cansado y sin ganas de nada, así que lo único que podía hacer era acostarse y dormir. Y eso era lo que justamente hacía todo el tiempo, se acostaba y dormía, muy pocas veces se sentaba en su cama y trataba de escribir como se sentía. Incluso trató de componer alguna que otra canción, escribiendo letras y creando sonidos, pero cada uno de ellos terminaba en la basura, pensando cuán malo era en ello.

Ese día era tan mierda como los demás, así que desde el suelo del departamento intentó algo nuevo, con un lápiz y un cuaderno intentó trazar líneas, imaginando que eran dibujos. Tampoco le funcionó y poco después las hojas terminaron en la basura, así como muchas de ellas.

—Debería haber comprado al menos un televisor —siseó al aire, soltando un lloriqueo porque demonios, él estaba tan aburrido que no sabía qué hacer.

Su vida siempre giró en torno a Mark y ahora que él ya no estaba Donghyuck se sentía perdido, incluso si en un principio siempre lo manipuló él sabía que tenía a alguien a su lado en quien apoyarse. Ahora, él no tenía a nadie, solo un silencioso departamento y una pared blanca en donde apoyar su cabeza cuando quería llorar.

En un principio no estaba seguro de qué demonios estaba haciendo, pero luego de esa noche de discusión con Mark, él no durmió pensando en todos los factores del porqué ya era tiempo de partir de esa casa. Siempre estaría agradecido por lo que la familia Lee había hecho por él, pero no seguiría humillándose de esa manera. Últimamente la señora Lee no le hablaba y muy pocas veces le dirigía la mirada, Mark lo trataba asquerosamente mal llevándolos incluso a los gritos y Donghyuck ya no podía aguantar eso. Si no salía de esa casa rápido sabía que él iba a colapsar y no quería hacerlo frente a la familia Lee para que luego lo llamaran débil. Su única opción para ese entonces, fue dejar la casa en la que últimamente sentía que era un infierno.