Catarsis ↬ Jaeyong ; Yuwin ; Markhyuck [NCT]

Capítulo 31

Algo más real

Miércoles, 10 de octubre

Sicheng rió encantado cuando Yuta comenzó a dejar pequeños besos en su rostro. No sabían que hora era porque cuando estaban juntos las horas pasaban de manera lenta, disfrutaban tanto la compañía del otro que ya se habían acostumbrado a verse todos los días, incluso si solo eran por minutos.

—¡Me haces cosquillas! —rió alzando el rostro de Yuta, sus labios se encontraron de manera rápida, y aunque infinitas veces se habían besado anteriormente, ellos podían sentir como si fuera la primera vez.

El amor que Yuta y Sicheng tenían era algo tan puro, tan real ante sus ojos, ellos se querían completamente e incluso si llevaban solo unos meses conociéndose, ellos sentían que se conocían de toda la vida, sin mencionar las tantas mentiras que ocultaba y decía Sicheng.

Yuta disfrutaba cada segundo y minuto con el chino, porque jamás nunca se había sentido de esa manera, era algo indescriptible y aunque tuvo algunas relaciones tanto con mujeres como con hombres, él se sentía tan diferente con Sicheng. Sus sentimientos y actitudes le dejaban en claro que lo que sentía por el otro era algo que jamás podría explicar, no lo entendía, su belleza lo cautivó, pero la persona que era lo enamoró. Era ridículo decir que estaba enamorado porque joder, ¿Cuánto llevaban juntos? ¿Semanas? ¿Un mes? en realidad Yuta no llevaba los días contados, pero de lo que sí podía decir con certeza sin mentir y equivocarse, era que Sicheng lo había enamorado completamente. Y no se quejaba, claro que no porque él disfrutaba tanto como podía, lo besaba, lo abrazaba e incluso en tardes de películas ambos se quedaban dormidos abrazados.

Sicheng sonrió cuando Yuta, luego de besarlo se acostó a su lado, abrazándolo como un koala y restregando su nariz en el pecho del chino.

—Te quiero —dijo el japonés apoyado en su pecho cuando todo se volvió silencioso y lo único que hacían eran darse caricias inocentes.

Sicheng abrió los ojos, sus caricias se detuvieron y podía jurar que su corazón también. Jamás había sido un chico de expresar sus sentimientos, tampoco era como si a él alguna vez se lo hubieran expresado abiertamente. Tenía miedo, tanto miedo que no supo como responder, se quedó ahí, quieto tratando de entenderlo, de procesarlo.

—Está bien si no lo dices —Yuta murmuró acariciando el labio inferior del contrario con el pulgar. —Yo sé que igual me quieres, Sichenggie.

Sicheng simplemente asintió, sin saber como expresarse, así que rodó en la cama quedando sobre su novio. Lo abrazó tan fuerte y escondió su rostro en su cuello, dejándose llevar por su olor y calor corporal. Esa noche fue la primera en que Yuta y Sicheng durmieron juntos, abrazados sin segundas intenciones, porque para ellos lo más importante era demostrar su amor a través de abrazos y besos.