Catarsis ↬ Jaeyong ; Yuwin ; Markhyuck [NCT]

Capítulo 45

N/A's: Queremos decir que amamos completamente a Wendy y esperamos de todo corazón que ella mejore de la manera más saludable que pueda :(, ella es una bebita que se merece lo mejor del mundo 😔 nos duele subir este capítulo porque está relacionado a ella... Pero es miércoles y realmente pensamos en no subirlo, pero somos responsables, así que aquí estamos. De cualquier forma, recuerden que esto es solo ficción y nada tiene que ver esto con la vida real, la Wendy de nuestra historia no es la Wendy que conocemos, obviamente, para aclarar 🤧

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Revelaciones

Lunes, 3 de diciembre.

Taeyong tomó una larga respiración mientras veía la enorme casa que estaba frente suyo. No quería tocar, no quería verle la cara, pero si Yeongmin lo llamaba entonces él iría corriendo, dispuesto a cualquier cosa por el niño. Esa tarde era así, Wendy le había pedido a Yoonoh si por favor podía pasar el día con su hijo en la casa que alguna vez fueron de ellos y Taeyong no se lo podía negar, así que aceptó. No fueron más de tres horas cuando el niño llamó a su padre diciéndole que lo fuera a buscar porque estaba muy aburrido y no quería seguir con su mamá. Yoonoh desde el trabajo no podía hacer mucho y como Taeyong ya había salido del suyo había ido él.

Finalmente terminó tocando igual la puerta de la casa, en donde segundos después por ella apareció Wendy con una radiante sonrisa. Se veía tan refrescante y cálida que Taeyong no le quitó la mirada por unos pequeños segundos. Él sabía perfectamente cuán hermosa era la mujer y entendía porqué Yoonoh había estado con ella tantos años. Algo dentro de él lo hizo sentir inseguro, pero desechó esos sentimientos de inmediato.

—Taeyonggie —ella le dio una sonrisa resplandeciente mientras se hacía a un lado. —Vamos, pasa, Yeongmin está terminando de comer un postre. Dijo que estaba aburrido y por eso llamó a Yoonoh.

—Uh, sí —asintió levemente mientras ingresaba a la casa, sintiéndola un poco fría, pero incluso por dentro era bonita. —Bonita casa.

—¿Verdad que sí? —ella le dijo mientras indicaba que se sentara. —Yoonoh la compró, pero él la decoró, incluso le hizo unos arreglos. Nos costó mucho tener esta casa y ahora... como sea, ¿quieres un té, un café o agua? Te ofrecería algo de alcohol, pero no tengo nada ahora mismo.

—Un té estaría bien —dijo incómodo. —¿Dónde está Minnie?

—En la cocina comiendo un postre que le preparé, le diré que estás acá, iré a prepararte un té —sonrió levemente mientras ingresaba por una puerta donde supuso que era la cocina.

Taeyong se removió algo incómodo, mirando a su alrededor. En las paredes habían muchas fotografías colgadas, la mayoría de ella y Yoonoh, algunas de Yeongmin. Se sentía desorientado en esa casa, lo único que quería era que Yeongmin llegara a su lado para irse.

—Hyung —escuchó que el niño decía mientras corría a sus brazos. —¿Viniste a buscarme? Iremos a jugar con los hyungs, ¿verdad?

—Claro, bebé —dijo besando su cabeza. —Pero tu mamá dijo que estabas comiendo postre, ve a comerlo primero.

—Yeongminnie, te serví más, ve a comerlo, muñequito.

—Pero mamá —rezongó el niño. —Yo no quería más.

—Ve a comer lo que queda mientras Taeyong se toma el té que le preparé, ¿bueno?

—Pero mamá —el niño hizo un puchero listo para replicar nuevamente, pero las largas uñas de Wendy acariciaron sus cabellos.