¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Su semblante se veía como el de un pequeño niño en unas calles oscuras y desiertas, se veía perdido, desahuciado, era un desastre andante.
Esto debería hacerte sentir bien. Él arruinó todo.
- ¿Qué haces aquí Paul?- mi voz sonó tosca estaba intentando sonar tranquilo pero mis nervios me estaban jugando una mala pasada. Quería gritarle y molerlo a golpes, él no solo había sido el amante de mi ex esposa, no solo habia perdido mi confianza, había perdido nuestra amistad de años por una maldita mujer.
- Matt escucha se que estás furioso hasta diría decepcionado de mi pero amigo...
- ¡No te atrevas! No me digas amigo, dejamos de ser amigos en el momento que besaste a mi esposa...No, dejamos de ser amigos cuando pensaste que acostarte con ella era buena idea.
Sus ojos me miraban con una súplica silenciosa, él se veía como yo hace unos días, esta hecho mierda pero aunque quiera sentirme bien por verlo así, no podía. Mi moral no me lo permitía y si, era una bazofia pero se lo agradecía, mi idea no era sentirme bien con el sufrimiento de otro aunque este me haya hecho mucho daño.
- Matthew escúchame esa maldita perra me engañó, me dijo que me amaba, le creí... pero nunca intenté nada con ella hasta el día que nos viste - él agachó su mirada y yo sentí que me faltó el aire. En mi niñez siempre fuimos de pelear mucho con Paul, ya sea por un juguete o por comida. Cuando crecimos ambos conocimos a Pilar, y por más que quiera mentirme y creer que Paul no se había enamorado de ella sabia que me estaba engañando a mí mismo. Él fue el primero en caer rendondito ante la belleza de la rubia aún sabiendo eso me casé con ella y me enamoré como un loco.
- no me interesa oír más porquerías tuyas ni de esa- soné firmé y aunque estaba que me mordía las uñas hablé tranquilo, me auto felicite por eso y luego le hice una señal a ese ser para que salga de mi oficina. Quería que se vaya y no vuelva jamás.
- Ódiame, me lo merezco por perro, por ser un imbecil y alguien despreciable. Ódiame Matthew, pero no me castigues por favor ya demasiado tengo yo auto castigandome, no pudiendo dormir por pensar que perdí a mi hermano por dejarme manipular por una perra- él se dio la vuelta apunto de dejarme con mis demonios internos pero se detuvo y volteó a verme- ella me vino a ver el mismo día que le dijiste que tenías una amante...
Sentí que mi interior se prendía fuego pero no hice ningún movimiento para llamar su atención. Solo me quede viéndolo fijamente esperando que terminara de hablar.
- se que eso es mentira, una vil mentira - lo vi sonreír con gracia mientras tosía- se... se que amas demasiado a esa mujer como para engañarla... lo que me sorprendió fue que Feraud aceptará esa mentira sin chistar ni protestar y no te preocupes, alejé a Pilar para siempre, aunque eso no sirva de nada ya que... no somos más mejores amigos y eso me duele muchisimo, preferia alejar a la mujer la cual amé por más de doce años que a mi amigo de toda la vida. Pero es tarde. Demasiado tarde.
Él se fue dejándome con un horrible sabor de boca, mi estómago se retorcía en mi interior con salvajismo haciéndo que me agarren deseos de expulsar el café de hoy y los panecillos.