CUARENTA Y DOS

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Capítulo para (+18) leer con precaución o autorización al ser menor.

Al no tener dicha autorización leer queda bajo su propia responsabilidad.

Besos y buena lectura




 Sentía un escalofríos subir por toda mi columna vertebral, mis piernas temblaban al igual que mis manos y mi cuerpo, mi vista estaba medio nublada por el deseo y mi interior pedía a gritos ser saciado

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Sentía un escalofríos subir por toda mi columna vertebral, mis piernas temblaban al igual que mis manos y mi cuerpo, mi vista estaba medio nublada por el deseo y mi interior pedía a gritos ser saciado. Intenté hacer oído sordo a lo que el hombre frente de mi había dicho, ya que el aún tenía sus dedos dentro de mi y los movía con delicadeza pero al mismo tiempo con destreza haciendo que una parte de mi quiera que esto acabe pero la otra pide a Dios que no termine nunca.

- Bella mi amor...- Matthew seguía hablando pero yo intentaba ignorarlo, solo me concentraba en el placer que el me estaba dando. No quería y no debía perdonarlo. Él me hizo sentir como una cosa, no solo ayer, hace cinco segundos también.


Eres mía.


Siempre me molesto que los hombres usarán ese concepto para referirse a nosotras pero escuchar eso de Matthew Butler me pareció en una manera extrañamente excitante. Fue como si mi sexo me dijera que lo quería dentro de mi sin importarme que estuviéramos en mi lugar de trabajo.

- solo... termina con esta tortura- mi voz salió ronca y como si quisiera que él ya no estuviera con ropa entre medio. Matthew se detuvo unos segundos para mirarme y sus ojos oscuros decían muchas cosas, el deseo era una de esas cosas y al parecer la lujuria también.

- ¿luego de esto... hablaremos?- asentí por qué quería que él terminara con esta deliciosa tortura. Al sentir que mi falda estaba en mi cintura sabia que se vendría y aunque se que esto es una locura. Quiero que sea de las mejores que cometeré en años. - Por Dios, estás tan húmeda... deliciosa.

Su voz solo lograba ponerme mucho más y quería que el termine con todo esto.

- Mierda...- murmuró al no sentir mi braga cubriéndome, al sentir como el la bajaba y la ponia sobre mis rodillas. Sus dedos volvieron al ataque y senti mis paredes vaginales apretarlos en todo momento. - Ah joder.

Gemi otro poco más al escuchar los jadeos de Matt en mi oído, el era precioso, hasta estando todo rojo y excitado.

- estas más que lista...- murmuró y cuando me quise dar cuenta él tenía su miembro en mi entrada ingresando de una estocada haciendo que chille y clave mis uñas en sus hombros.

Comenzó a moverse lentamente en mi interior haciendome jadear y gemir con necesidad, su cabello estaba desprolijo y notaba como el tensaba cada parte de su cuerpo cuando ingresaba y salia. Intente enredar mis piernas en su cadera para que entre con facilidad pero mis bragas en mis rodillas no me lo permitían. Así que me las saqué y las tiré por algún lado mientras una de mis piernas se enganchaba a la cadera de Matthew haciendo que la sensación sea aún más exquisita y placentera.

- Joder...Demonios- escuche que susurró el en mi oreja mientras yo me pegaba más al sentir que se movía más rápido como si su vida dependiera de eso.

Yo gemía más y más al sentir que de estar sentada en mi mesa de estudio estuve a acostada estando con Matthew Butler, mi jefe, mi novio falso y el hombre por el cual babeo, teniendo un delicioso sexo.

- Ah, ah... - suspire al sentir sus manos tocando mi trasero y apretandolo mientras yo enredada mis piernas en su cadera y el entraba y salia con fuertes estocadas como si fuese un maldito animal sin control.

- ¿eres mía? - quise ignorarlo pero el no me dejo al detener sus estocadas y pasar su miembro por mis pliegues haciendo que chille al sentir la punta de su cabeza pasando por mi clitoris solo logrando que me desespere- Respondeme Bella, ¿eres mía?

Intente que se metiera de nuevo moviendo mi cadera desesperada pero fallando en el intento, él seguía moviendo lentamente la punta por mis pliegues y eso se sentía como una agonía constante.

- Si no me respondes, no acabaré con esto Mi Bella. Tu decides...- se acercó a mí boca y allí me susurró muy suave- terminamos ahora sin satisfacermos ambos o tu me respondes la puta pregunta y acabamos con este martirio.

- ¡por Dios Matthew! Si, joder si. Soy tuya.


No me deje acabar cuando sentí otra estocada que hizo que diera vuelta los ojos y me mordiera el labio inferior para no terminar gritando a los cuatro vientos.

- ah más rápido- murmure con un hilo de voz logrando que el se mueva como si estuviera poseído escuchando nuestras pieles chocar al unísono y escuchando los hermosos sonidos que salían de boca de Butler.

- eres preciosa mi Bella, tan hermosa...

No supe que decir, mi interior chilló cuando llegué al orgasmo haciendo que mi cabeza explote como si tuviera miles de fuegos artificiales dentro de mi. Unas estocadas más y Matt llegó junto a mi cayendo sobre mi aún con su miembro dentro.

- me encantas Bella, me fascinas.



Me enamoré de ti Butler.










Me acomodé mi ropa mientras intentaba no mirar a los ojos a Matthew Butler e ignoraba el hecho que acababa de comportarme como una chica de preparatoria, Dios mío. Acabo de tener sexo con mi jefe en mi lugar de trabajo, lo peor es que aún no caigo del shock.

- Debemos hablar...

- no ahora- lo interrumpi mientras miraba el suelo, lo escuche reírse y noté como su sombra de movia de lado a lado. Es obvio que no está contento. Le dije que hablaríamos, pero en ese momento no estaba en mis cabales. Quería tenerlo dentro de mi y no estaba pensando con claridad.

- Bella... me dijiste..- me estaba reprochando como si fuera una niña; pero no Butler. No soy una maldita niña

- Estaba nublada, me estabas chantajeando justo cuando... estaba por llegar.


- ¿ahora te importa llegar más que cumplir tu palabra? Nunca...- se quedó callado mientras veía como se recomponia la camisa intentando mirar hacia otro lado

- ¿ahora me compararas con tu ex esposa?- se que fue brusco pero estaba cansada de eso, yo no era esa bruja. Y estoy harta que me compare con esa persona.

- No es así...

- ¿ah no y como es Matthew? Te enojas y me comparas con la perra de tu ex. ¿Es eso?

- no es eso, tu nunca fuiste así estos días. ¿Que cambio?- rode los ojos, es cierto pero el no tenía porque saber eso.

- Quizás solo quería tener sexo, no pensaste en eso.

No fue una pregunta, él no había pensado en aquello.Y aunque era mentira Butler estaba poniéndose rojo y si yo estoy molesta entonces no quiero ser la única.

- es mentira, si hubieses querido sexo me hubieses llamado...- cínico.


- quizás no te iba a llamar a ti...- no me dejó acabar la frase cuando senti su tirón en mi cintura atrayendome hacia si, su rostro quedó a una distancia muy corta del mío y su cara estaba echa una pintura de van gogh.

- No me haga enojar señorita Feraud, recuerde usted es mía, lo acepto cuando firmo ese maldito trato. Así que no me interesa lo que me diga se que no va poder estar con otro estúpido. - maldito cínico. - aparte se que me deseas como yo a ti, y me da miedo esto que siento por ti Bella. No me satisfaces estando aveces, necesito mucho más. Todo.


Él me dejó y antes de irse me recordó el trato donde especulamos no estar con otros.

- y prepárate, hoy a la noche parece a buscarte. Tendremos una cita y te quiero más hermosa de lo que ya eres Bella.

Se marchó dejándome una sensación extraña en el pecho, una calidez y la emoción que tuve de niña al recibir mi primer beso.


Maldito Matthew Butler ¿que me hiciste?

Trató Señor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora