CUARENTA Y NUEVE

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 - Y entonces le dije Alexander Dimitri tu quieres estar con la mejor persona que alguna pudiste conocer

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- Y entonces le dije Alexander Dimitri tu quieres estar con la mejor persona que alguna pudiste conocer... y es obvio que él aceptó...- todos reímos escuchando la historia de Michelle, Alex le golpeó el codo un poco y este solo se movio hacia un lado. Eran tan lindos juntos. La sonrisa de la Alex era tan linda, se notaba muy enamorado de mí mejor amigo, por ese me agradaba ese chico. Mire su panza y apenas llevaba cuatro meses. Aún no se notaba mucho el embarazo así que estaba todo perfecto.


- Estoy muy emocionado, mi pequeño hijo...

- o hija- corrigió Alex mientras notaba su destello en sus ojos marrones, su pequeña altura lo hacía ver tierno y amistoso. Bueno ese chico era eso, un gran chico con un corazón muy grande.

- o hija mi amor- murmuró Michelle viéndolo con cariño y abrazando a este chico por los hombros.

- Cierto... ¿cómo llamarán al porotin?- murmuró Honey viendo a Alex y sonrieron al verlo emocionado acomodándose.

- Estaba pensando en si es niña ponerle Kara- sonreímos mientras comíamos el helado y esperábamos con ansias como se llamaría si era niño - y si es niño... quiero que se llame Alexander.


- pero Alex...- él negó y miró hacia abajo mientras notabamos a pesar de no vernos como las lágrimas bajaban por sus mejillas.

- Me rechazaron los papeles para cambiar mi nombre Bella...- sollozo y yo sentí que mi corazón se partió al verlo así, era un buen chico, honesto, amable y muy dulce. No entendía por qué le harían tal cosa. - mis tíos hablaron y ya sabes que ellos tienen esa llegada a este gobierno al ser personas conocidas. Y no... no me dieron el pase. Mi nombre en los documentos será Sol. Para mis hijos seré Sol, para mis padres seré Sol, para mis amigos seré Sol, para mi único amor sere Sol.


- No- murmuré y me levante para levantar las tazas ya vacías del helado. Mirando a los ojos a ese chico frente a mí- para mí eres Alex, siempre serás Alex, ese muchacho que conocí con cabello largo, ese muchacho con sonrisa tierna, con pecas en su rostro y ese muchacho que ama tanto a mi amigo que decidió darle un hijo, para mi eres ese muchacho. No eres Sol, tu naciste con una mente en un cuerpo equivocado y solo lo estás intentando solucionar. Nadie debería juzgarte. Así que si es niño quiero que le pongas Giovanni, es lindo y moderno. Su padre ya se llama Alexander y sería confuso en los cumpleaños.

(*)

-

Gracias...- escuche en mi espalda y al voltear vi a Michelle parado detrás de mí con una sonrisa melancólica. Él amaba mucho a ese chico, cuando lo conoció no era Alex, era Sol.

Sol Dimitri.

Una chica con problemas de personalidad, ella no sabia que quería, no le gustaba ser mujer. No le gustaba sufrir por su cabello, sus facciones eran masculinas, su voz era ronca y su cuerpo era el de un chico. Ella siempre soñó con ser un hombre y sufría, sufría en silencio aquello. Sufría por sus padres, por su familia, por sus amigos, sufría por ella misma.


Hasta que conoció a mi mejor amigo que apesar de todo, de su diferente edad y gustos, la ayudó y se terminaron enamorando en su transición hacia la meta más grande de su vida. Algunos dirían que es solo un hombre amando a una mujer pero no. Para mí eran dos chicos amándose con locura sin importar lo que opinen los demás


- Alex no se merece sufrir nunca más Mich, es un gran chico como para sufrir por esa tontería.


- Tienes razón, él... es una persona hermosa, queriendo ser feliz..- a Michelle se le llenaron los ojos de lágrimas, pero se mi limpio estos enseguida - no quiero que sufra Bella. Lo amo, lo amo demasiado. Amo mi vida, amo a mi hijo o hija, lo amo a él. Mis padres también lo aman, mis amigos lo aman, sus padres. Todos lo amamos y no queremos verlo mal. Pero esos malditos desgraciados de sus tíos son una mierda.. cuando me dijo lo que hicieron quise explotar, su padre estaba muy molesto con esas arpías y su madre le dije que todo se iba a arreglar. Su padre me aseguró que lo solucionaría...


- Entonces confía en él, estoy segura que solucionará todo este lío.

La puerta de mi departamento sonó haciendo que ambos callemos también dejé de escuchar la charla de Honey, Tyler y Alex. Se callaron y yo frunci el ceño mientras le hacia una seña a Miel que se quede sentada mientras yo atendía.

- si ¿quién es?- dije y la voz de esa mujer solo hizo que mi piel se ponga chinita, mire hacia Michelle quien también había oído quién era.

- Dile que se pudra y se vaya- murmuró él mientras se acercaba a su esposo y le daba un beso en la mejilla para sentarse a su lado. Sonreí pero no era tan cruel como para dejar a esa mujer del otro lado sin una respuesta.

Tenia ovarios y se lo demostraría.


- hable rápido tengo invitados y no quiero...

Ella se metió en mi departamento haciendo que yo abra los ojos como platos, no iba aceptar tanta mierda junta de esa persona.

- Salga, no es bienvenida.

- Ya escucho vieja, váyase de una maldita vez- le dijo Mich desde su lugar y abrazando a su chico.

- contigo no estoy hablando mariquita, y no me interesa lo que quieran- dijo y la vi sonreír con malicia haciendome temblar, algo en ella no me gustaba. Algo en ella me estaba fastidiando.- mmm... pequeño, se nota que no eres ni un cuarto de perra que tanto pensé.


- Váyase...

- Bella..- escuche a Honey y solo quise que la tierra trague a esa arpía y la escupa en algún lugar recóndito de este planeta.

- Honey ve a sentarse, esta todo bien. La mujer ya se iba.

- estas tensa.

La miré, quise sonreírle pero esta mujer no me agradaba y solo hacía que mi sistema esté alerta

- Estoy bien, ve a...


- Oh entonces la noticia de que estoy esperando un hijo de Matty te caerá como anillo al dedo.


Me quedé sin aire por un minuto, sentí una presión en el pecho haciendo que la miré al instante como si esto fuera una broma. Una ilusión, hasta una pesadilla. Mi pulso se detuvo y sentía que estaba cayendo al vacío, escuchaba voces, escuché risas hasta una voz lejana diciendo mi nombre.

Quise moverme pero el peso que estaba en mi no me dejó, mi labio comenzó a temblar al igual que todo en mi. Sentia mi corazón romperse junto a mi Alma, mis ilusiones, mis esperanzas y todo en mi ser.

Por favor basta...

- quiero que ella se aleje de mí marido, es solo un estorbo para una familia feliz.



Matthew.. por favor quiero que esto sea una cruel mentira.


Miré a esa mujer con lagrimas cayendo por mi rostro mostrándo lo débil que era, lo tonta que soy.


- miente. Miente por qué es una basura.- susurré con voz débil. Sentía todo tipo de emociones y la principal era dolor. Un dolor horrible que me recorría el cuerpo entero y me estaba perforando el corazón


- no lindura, si estuviera mintiendo no estaría en esta cosa que llamas hogar, aquí está la prueba... Aunque no se ni para que te las doy si Matty te lo dirá mañana - me entrego una carpeta que intente agarrar pero que fue quitada de mis manos y vista por la persona a mi lado. Michelle tiró esa cosa a cualquier lado y negó acercándose a esa mujer queriendo la sacar.

- ¡Se va de aquí así tenga que llevarla de los pelos!- le gritó y la tomó de un brazo mientras la quería arrastra fuera.

- Quítame la mano de encima maldito puto- Le dijo Pilar haciendo una mueca, se acercó a mí un poco y con altanería me comenzó a hablar - mira Feraud... Matthew es un hombre casado y con un hijo en camino, no creo que te gustaría interferir con una familia ¿o si?


Yo solo observaba todo, seguía llorando queriendo despertarme en mi casa y que me digan que fue una muy cruel pesadilla. Pero no era así...

Era Real.


Era malditamente real.


- eso creí, sabes... no eres tan patética como lo pensé. Pero... no, para mí eres patética.


Se marchó azotando la puerta y cuando oí eso no aguante más. Me tiré al piso y lloré, lloré como una niña, como la mujer patética que ella me dijo que soy. Llore aunque todos me abrazaban y me consolaban. Lloré por qué otra vez me rompieron mi corazón. Otra vez fui la tonta que creyó que por fin había encontrado a ese hombre perfecto para mí.

Soy una perdedora.


No, soy una idiota. Una estupida.


Eso soy.


Volví a entregar todo de mi a un hombre y me volvió a fallar. Me volvió a destrozar.



¿Porqué Matthew?¿porqué?

Trató Señor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora