Tomó un sorbo de mi café mientras suspiraba al escuchar el ruido de los autos, odiaba el silencio. Tal vez por eso quise estudiar diseño, amo estar rodeada de personas, verlas felices. Ver sus rostros iluminados por el esplendor que es la pasarela, personas que luchan por sus sueños y sus metas.
Sonreí mirando el celular una vez más, Matthew me había mandado un mensaje diciendo que quería verme y aún no había llegado.
Quizás se demoró, está ciudad es una locura.
Es cierto, estar aquí solo me mostró que Nueva York era tener una vida donde constantemente será un ajetreo. La vida de Paris era más tranquila, bueno... vivir allí es tranquilo, hasta los vecinos son otra cosa.
Escuche la campanilla del establecimiento y levanté la mirada, ver a Butler entrar fue un golpe directo a mi corazón que latió descontrolado. Él era una belleza, un hombre que no se veían a menudo. Con su traje tallado y sus ojos oscuros. Era todo un delicioso dulce que tenía la suerte de probar.
- Hola ...- murmuré cuando estuvo cerca, iba a levantarme para besarlo pero el se alejó haciéndome fruncir el ceño- ¿todo bien?- Bella tenemos un problema.
Asenti y le toque la mano esperando que se relaje, se notaba tenso y quería que este mejor. Mire sus hermosos ojos mientras le sonreía.
- Tranquilo, lo que sea podrás resolverlo y si no puedes, pues lo resolveremos juntos mon amour.
Sus ojos estaban decaídos, tenía una mirada perdida, como si fuera un niño que hizo una travesura y ahora está sin saber que hacer.
Al parecer el problema era bastante serio como para ponerlo nervioso.
- ¿es demasiado grave?
No me respondió enseguida, su silencio me estaba asustando pero al verlo negar y sonreír me tranquilizo un poco.
- no cariño, no es nada que no pueda resolver.
¿¡Que mierda estás haciendo!?
No lo sé. Por primera vez en mi vida no se que estoy haciendo. Yo debería haber dicho todo, debería haberle dicho toda la verdad a Bella sobre esa mujer, aun no entiendo de dónde saqué tanto coraje.
¡Mierda! ¿Donde está Will?
Caminaba de un lado hacia el otro en mi cuarto mientras esperaba que el inepto de mi primo aparezca por esa puerta y me de una solución por arte de magia. ¡Joder!
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Trató Señor.
Любовные романыMatthew Butler quiso fingir que su directora de diseñó era su amante. No sabía que hacer en ese momento pero luego lo supe. Nunca debí decir si.