CUARENTA Y CINCO

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 - tienes que dejar de mirarme así

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- tienes que dejar de mirarme así...- le susurró a Mich con una sonrisa tirando de mis labios, era una sonrisa que no se me iba desde hace dos días que fue mi cita con Butler.

- Es que te ves tan linda amiga... Y NUNCA ME CONTASTE COMO TE FUE EN TU CITA CON TU NOVIO - él gritó haciendo que lo calle con mi típico chillido de ardilla que se pone nerviosa cuando ve a una persona.

- Basta Michelle- dije fingiendo enojó y el me miró serio unos segundos para luego ambos rompieramos a carcajadas.

- ¿me cuentas? - hice un ademán con la mano y tomé una tela mientras la acariciaba con mi mano. Su textura era suave y su color rojo mostraba lo dominante y fiero que se vería un vestido hecho con este.

- No hay nada que contar Mich- dije y camine hacia un escritorio donde tenía mi laptop junto a muchas cosas más de mi trabajo, me senté en la silla giratoria y comencé a hacer un boceto del vestido.

- Claro que sí chiquilla- él hizo que se de vuelta mi silla y yo quede frente suyo viéndolo con los ojos entornados fijamente.

- muy bien, veo que no puedo discutir contigo.- me crucé de brazos mientras suspiraba para narrar todo lo que pasó en esa cita.- todo salió perfectamente bien...





- entonces Noah lanzó la leche por la nariz...- ambos reímos, hablar de nuestras familias, nuestros amigos, nuestras vidas, de nosotros hizo que sienta que solo estábamos Matt y yo.

- Adoro a ese chico, es increíble Matthew, me recuerda mucho a Honey- él me observaba atentamente mientras negaba con la cabeza y tomaba un poco de vino que estaba servido en su copa.

- Noah no siempre fue así ¿sabes?- noté su tono melancólico y triste pero veía sus ojos brillar como si fuese un gran faro con una gran luz llena de alegría y emoción- él creció lleno de miedos, dudas y con algo que no pasa fácilmente.

- No entiendo de qué hablas..


- De niño tuvo muchos problemas por su conducta agresiva y cuando era adolescente estuvo metido en varios embrollos. No entendíamos por qué pero siempre estaba involucrada una niña, hija de una empleada de mis abuelos.

Sabia que me hablaba de Violeta, Noah me había contado algo antes de irnos de Californio pero no crei que fuera tan grave como para que Matthew se ponga tan mal. Suspire y lo tome de la mano con amabilidad para que se relaje.

- Quizás solo haya sido locuras de adolescente, todos en algún momento tuvimos nuestras aventuras. Creo que ya cambió - lo observé intentando tranquilizarlo, sus ojos oscuros me mostraban una paz y por más que él lo niegue y yo tambien había cariño y un afecto que me demostraba más de lo que Matt me decía, eso hizo que mi cuerpo reaccionara con violencia. Mi corazón bombardeo como un motor y mi piel la sentí caliente, más en las mejillas. Sentía estas arder y mi pulso estaba loco.

- No dudo que lo haya sido, él... ya no es un niño, solo espero que Violeta lo acepte - abrí mis ojos y lo solté, no crei que él supiera de ellos.

- ¿Violeta?

- Si, Violeta es la niña con la cual peleaban mucho. Ellos... se odiaban de pequeños, pero yo y mis padres sabíamos que mi hermano le gustaba. La quería y no, no estaba a favor de que la moleste, menos que la hostigara pero no podía hacer mucho, Noah creció y él tenía que aceptar que le gustaba, cambiar y ser mejor.

Mi pecho dolió, por mis motivos que hicieron que crea que esto era solo una prueba, Matthew estaba aquí conmigo pero no sabia si el aún...extrañaba a esa bruja.

Nosotros somos muy diferentes. Quizás no encajariamos como pareja. .


- bueno es una locura...- siguió y yo asentí pensando en mi situación, pero recordé a Noah y Violeta y enseguida negué.

- No, no lo es. - dije y el me miró confundido mientras se limpiaba la boca con la servilleta.

- ¿por qué lo dices?

- Mmm...- murmuré y miré hacia otro lado, pensé en Will, y no era nada parecida su situación con esta pero el amor que el sentía por su esposa era grande y aún lo sigue siendo, ese chico mira el cielo y ve al amor de su vida - mirar la luna y ver a la persona que amas... Esperar y admitir que aunque sea una locura, no deberías dudar. Ser todo para esa persona que amas, yo creo que Noah no solo mejoró o cambió sino que hasta renació como otro.

- Eres tan... linda y si puede que el haya renacido como otro, pero ese otro aún no admite que ama a esa chica y hasta que no lo haga yo no podré creer eso. Lo lamento Bella.

Lo entendía pero yo sabía que Noah había hecho, y eso ya lo hace para mí una persona que renació. Hasta que el chico no le diga a sus familiares yo no podré hacerlo.

Es su batalla no la mía.

- claro...- murmuré y terminé de comer, amaba la comida francesa, era un deleite para mi paladar. Más esta comida, mi madre solía prepararla para navidad, año nuevo o para algún aniversario. Así que con mis hermanos esperábamos ansiosos esas fechas para comerlas.

- ¿me perdonas?- Matthew hizo que el trago que había dado a mi copa de vino se sienta como una patada al hígado. Un pequeño dolor comenzó a molestarme en la cabeza y sentí algo muy fuerte en mi pecho.

- todo esto lo hiciste para que yo... acepté tus disculpas- dije y recé para que él me diga que no fue así. Que no era solo por eso, que el diga que quería salir conmigo y estar a solas conmigo.

- No Bella... yo- dilo, dilo, dilo - yo quería estar en una cita. Contigo, solos tú y yo.




Meneó la cabeza de un lado para el otro y le sonrió a Mich mientras veo en sus ojos un brilló peculiar, uno hermoso y emocionado. Negué y volví a hacer mi trabajo, el rubio seguía parado alli mirando al infinito y más allá.


- ¿Seguimos?

- Be tu dijiste que estaban enojados- él salió de su trance y se acercó a mí mientras miraba las telas que estaban en la mesa de allí.

- si, bueno yo estaba molesta con él- bufe y quise sonreír pero más bien me salio una mueca. Recordar todo hacia que mi humor empeore y no quería eso. Quería estar bien y no enojada

- Mmm...- lo miré confundida y estaba por hablar pero un azote en la puerta nos hizo saltar a ambos. Verla entrar así me hizo asustar, me acerqué y le toqué la cara preocupada, sus ojos echaban chispas, su cuerpo temblaba como una hoja de papel, se notaba enojada y furiosa.

- Honey, ¿qué...que haces aquí? ¡No puedes entrar así como así! - le dije pero su mirada estaba fija en el suelo, sus ojos se cerraron y me asusté al notar su rostro tomar una color rojo - tranquila Miel, no me enoja que hayas venido. Puedes hacerlo cuando gustes pero ¿cómo sabías que estaba aquí?¿estas bien? Honey respóndeme.

- Bella- su voz sonó ronca y como si estuviera muy mal y eso me asusto como la mierda.

- ¿qué sucede hermanita? Dime, ¿qué pasó? ¿Estas herida?¿te duele algo? No te sientes bien ¿es eso?

- ¡No! No es eso Bella, yo...yo...¡AY ES QUE LO ODIO!

Abrí mis ojos e intente calmarla, voltee a ver a Michelle quien elevaba sus manos como si no quisiera meterse en esto alejándose de nosotras unos pasos.

- ¿Que pasó Honey? ¿Que paso?

Ella suspiró con enojo y escupió lentamente las palabras como si solo fuera un juego - Golpeé a un hombre en el ascensor y creo que lo dejé sin pene.




¿QUÉ?




***


H

OLA MIS LECTORES BELLXS.

Tengo noticias.


Son los últimos siete capítulos del libro, se acerca el final. Y aunque me falta mucho que aclarar, mucho que contar. Mucho que decir. Todo va a estar en la segunda parte de este maravilloso libro.

Gracias por el apoyo y el cariño que le dan a este libro, espero que les guste lo que se viene y me tengan comprensión. Por favor sepan perdonarme si no puedo actualizar muy seguido. Lo intento pero yo aparte de escribir tengo una vida y se me complica bastante.


Bueno, eso no es todo. Quiero decirles que hace unos días me enganché y me enamoré mal de una saga que me atrapó por completo. Seguramente a la escritora la conocerán por qué escribio varias historias y son cada un espectáculo para leer.

Su nombre es IsabellaMiranda16 que esa chica tiene mucho, muchísimo talento. Y espero que la busquen y la den una mano para que crezca.



Lxs amo, besos y buena lectura.

Trató Señor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora