SIETE

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Capítulo siete: Hecho.



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Me costó bastante salir de la empresa, muchas personas me detuvieron para preguntarme si el chisme que se había expandido por allí era cierto. Ahora entendía por qué Bella quería que resolviera esta mierda, era todo un caos. Al parecer demasiadas personas no tienen vida propia y se meten en la de los demás.


Punto extra para la castaña.


Will se había ido dejándome con varios pensamientos en la cabeza, locuras obviamente. Bella me cortaría las pelotas si le decía lo que mi querido primo me había hecho pensar.


¿Fingir una relación? Era demasiado de jardín de niños.


- estoy demente- susurré cuando fui al aparcamiento a buscar mi auto, miré mi hora y sabía que Bella salió hace dos minutos antes que yo. Vive cerca así que si me apresuró quizás la encuentre en el camino.


Subí al auto mientras rezaba para que ella no me golpee por idiota manipulable y por seguir dejándome guiar por ideas ajenas sobre mi vida privada.


Vamos Butler, hora de tomar al toro por los cuernos.




Tragué saliva fuerte mientras arrancaba el auto, solo maneje un minuto y medio cuando vi a la castaña caminar a paso lento hacía su departamento. Estaba tan metida en su mundo que seguramente no sintió mi auto cuando frenó al lado suyo. Bajé y me acerqué a ella, tosi pero Bella ni lo notó entonces tuve que hablar y ver como su espalda se tensaba.


- Tenemos que hablar...- mi voz sonó ronca, estaba nervioso, esto iba a cambiar muchas cosas. Ella pasaría de ser solo una diseñadora de mi empresa a alguien quien conocera a mis padres y prácticamente será tachada como mi novia ante los ojos del mundo.


Volteó y sus ojos mostraban esperanza e ilusión, esto me hizo dudar un momento en decirle mi propuesta. Ella tenía una vida aparte del trabajo, y esto solo será un impedimento si la castaña estaba saliendo con alguien o quería salir con alguien. Seria un impedimento para su vida amorosa.


- dígame que lo resolvió ...- me reí sarcásticamente intentando ocultar mi malestar, esta escena era graciosa, después de que mi madre, Pilar y varias personas de la empresa escucharán que yo grité a los cuatro vientos que Bella era mi novia estaba casi seguro que solo intentar negarlo sería para otro problema más grande.



- ¿Quiere la verdad o la mentira señorita Bella? Algo me dice que ninguna de las dos le agradará- ella estaba callada, veía la confusión en su rostro. Se que esto será una gran locura donde ambos seremos tachados como locos si se enteran de lo que hacemos pero si nadie sabe creo que solo será beneficiario para ambos. Ella tendría lo que quiere y a mí no me tacharian como un idiota cornudo, y ni mis ventas ni mi reputación bajarían.



- me gustaría oír ambas aunque...algo me dice que no pudo resolver nada. - asenti y ella suspiró mientras movía su cabeza haciendo que el viento vuele levemente su cabello. - entonces déjemelo a mí, está situación se resolverá... ambos volveremos a nuestras magníficas vidas y olvidaremos que esto pasó.


Tomé su mano y la tire hacia mí haciéndola caminar para donde estaba el coche. Su voz me decía que me detenga pero si quiero hablar con ella de esta propuesta necesitamos tranquilidad y comodidad. No estar a solo una cuadra de la empresa.



Hice que se suba del lado del copiloto aún escuchando sus quejas y berrinches mientras cerraba la puerta para luego subirme y arrancar hacia el único lugar donde sabía que podíamos hablar sin ser interrumpidos.




***





- una montaña- ella miraba todo detallando el lugar seguramente en su cabeza, no era solo una montaña, era LA pequeña montaña que yo mismo había descubierto una noche cuando salí de un bar luego de pelear con Pilar sobre mi familia.


- es uno de mis lugares favoritos...- murmuré mientras la observaba morder su labio inferior, sus ojos celestes parecían más cristalinos a la luz del sol, como una laguna donde su agua es de un color tan claro y tan trasparente pero si te metes puedes llegar a ahogarte con la profundidad de esta.



Para mi esos son los ojos de esta mujer.



-dijo que iba a decirme algo...- tragué saliva y solo moví un poco mi mano derecha que estaba en el volante del auto llamando la atención de la castaña- ¿por qué está tan nervios...


- tengo una propuesta para usted- la corté ganando una mirada inquisitiva de su parte. Estaba como una gelatina en un molde, quería hablar y decir muchas cosas pero Bella aún no había dicho ni a aún.


- ¿una propuesta?- susurró y vi como su cuerpo se volvió a tensar mientras ella buscaba una salida de aquí



- Un trató más bien.




- no - ella estaba firme, y cuando su mano tocó la manija de la puerta para irse, actué rápido y puse el seguro ganando una mirada mordaz.


- solo escúcheme por favor...- sabía que jugaba sucio, pero esa chica tenía que compadecerse de mi. Por lo menos un poco.


- no me parece...


- por favor, se lo suplico.- su mirada era expresiva. Sabia que quería escucharme pero al mismo tiempo se notaba las ganas que tenia de salir corriendo lejos de mi.




- Hecho... tiene dos minutos.






Trató Señor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora