VEINTIÚNO

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Capítulo veintiuno: ¿lo amas?

 Pasé mis manos por mi vestido por octava vez, la señora Butler había llegado hace media hora a su hogar y hablaba como una niña para navidad

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Pasé mis manos por mi vestido por octava vez, la señora Butler había llegado hace media hora a su hogar y hablaba como una niña para navidad. Me encantaba su buen sentido del humor y su carisma, su ex esposo tenía razón, ella era una joya.


- entonces Matt corrió desnudo gritando ¡hay un monstruo en mi armario!, no sabíamos como decirle a la niñera que al que tenía que cuidar era a Noah - en la mesa todos reímos excepto el castaño quien solo se sonrojó como un tomate mientras miraba hacia otro lado


- ¡Mama! Bella ya se debió cansar de escuchar hablar sobre mi. Por qué no le cuentas sobre Noah- la sonrisa de él hizo que el pelinegro deje de sonreír y se ponga serio.

- no te atrevas mamá..- la mujer abrió los ojos y se puso firme en la mesa.

- ¿acaso me estás retando niño?- yo sonreí al verlos jugar, eran una linda familia.

Igual que la mía.

Los recuerdos de mi familia me invadieron llevándome a un viaje, donde todo lo que importaba era los Feraud. Mi madre; Elizabeth Dumont una mujer tan obstinada, perseverante y dulce como cascarrabias y terca, mi padre; Bernard Feraud, un hombre dulce, considerado, amable, gentil y con un gran sentido del humor.

Honey, mi hermanita, solo diecisiete años, una guerrera como ninguna otra. Dulce, tierna y adorable. Por último Gael, mi torpe hermano mayor, un buen hombre, trabajador y humilde.


Ellos eran todo lo mejor que había en mi vida, quizás no seamos perfectos y no seamos la mejor familia pero siempre nos teníamos el uno al otro.


- Bella...- escuche un susurro a mi lado junto a una pequeña sacudida en mi hombro haciendo que salga de mi trance. Voltee mi cabeza un poco y encontré a Matthew mirándome fijamente, me sentí nerviosa al notar que todos me miraban y sonreían.


- lo siento... ¿actue rara no?- pregunté mientras sonreía apenada hacia todos, la madre de Matthew solo río un poco mientras tomaba la mano del señor Butler y ambos se miraban con amor. Aún no entendí bien por qué se separaban. A ambos se le notaban esa magia y cariño que se tenían.

Era hermoso como se miraban, el señor Butler miraba a esa mujer como si ella fuera la única en el mundo. Como si fuese irreal y no quisiera que desaparezca, es todo lo que cualquier persona desearía.


- lindura esos ojos me recordaron a mi de niña, cuando conocí a Camilo- ella lo miró y sonrió mientras el hombre solo le acariciaba la mano- disculpa mi curiosidad... pero ¿en quién pensabas para que te brillen de esa manera?

- si linda en quien pensabas..


Trague en seco, no quería hablar de mi familia, solo haría que me sienta peor de lo que ya estaba. Que sienta que todo lo que hacía era una mierda, y no importaba si decía que lo hacía en nombre de mi familia. Igual sería la misma porquería.

- pensaba en...- miré a mi jefe quien solo me observaba con curiosidad y sonreí, él quería que fingieramos y eso iba a hacer. Tomé su mano que estaba junto a mi y suspiré como si estuviese enamoradisima de él.- en ti mi amor.

Me sonroje un poco al decir eso frente a sus padres pero su rostro valió una fortuna, se veía confundido y como si hubiese dicho una locura. Quisiera poder reírme pero sabía que si lo hacía todo quedaría al descubierto.

- Ay que tierno...- la madre de Matt se tapó la boca con ambas manos mientras su padre y su hermano sonreían con emoción- son tan adorables, y se ven tan lindos juntos. Estoy segura que mis nietos serán preciosos, como Bella.


Me ahogué haciendo que Matthew tenga que golpear delicadamente la espalda para que respire con normalidad.

- mamá creo que es muy pronto para pensar en... ese tema- solo asentí dando una pequeña sonrisa apenada. Ella solo me regaló una mirada de compasión y sonrió.

- Lo lamento cariño -- me miró y luego observó al señor Butler - Camilo le decimos

- un momento Artemisa- dijo y luego me dio una mirada muy severa y seria haciéndome temblar como una hoja de papel- mi querida niña... esta pregunta es importante y quiero que me responda lo que dicte tu corazón- no entendía que podía ser tan importante pero sabía que iba a ser algo que me deje sin habla.- ¿lo amas?


¿Qué?


Mire a todos para terminar en mi jefe quien miraba a su padre con el ceño fruncido y su boca hecha una mueca.

- papá...

- silencio niño - el hombre calló lo que tenga que decir mi jefe y yo solo abrí la boca para responder. Esto iba a ser una gran mentira pero si tenia que hacerlo, lo haría. Todo valdrá la pena. Lo sé.

- papá por favor...


- lo amo... - interrumpí lo que el castaño iba a decir haciendo que él me miré sorprendido mientras yo terminaba de hablar - se que no somos pareja hace mucho tiempo, también se que tendremos dificultades, pero yo amo a Matt y confió en él más de lo que confío en mi misma. Es un gran hombre, dulce, cariñoso y atento. Y todo lo malo que vendrá se que lo afrontaremos juntos.

Al terminar de hablar vi como los señores Butler sonreían con genuina emoción, tan entusiasmados y felices por todo lo que había dicho mientras que Noah parecia no caber en su cuerpo al estar tan alegre ya que su rostro mostraba todo lo que sentía.

En cambio Matt, el estaba anonadado. Su rostro estaba en una manera de decir inexplicable, solo me miraba y parecía una momia. Hasta pensaba que no estaba respirando

- Matt...

Iba a preguntarle que le pasaba, incluso si necesitaba agua, jugo o hasta algo de soda. Pensé hasta en querer decirle a su madre que si podía abrir una ventana para que su color volviera. Pero nada de eso paso.

Solo se que sentí algo húmedo y dulce en mis labios haciéndome abrir los ojos.


Él me está besando.



¡Carajo!.



Trató Señor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora