Capítulo cinco: Confío en ti
Sentía mi boca seca al igual que mi garganta, mis oídos pitaban y el constante dolor de cabeza era una mierda. Solo quería irme, no estar aquí. Pensar en lo que había dicho ese hombre me daba fatiga haciendo que mi buen humor de mitad de semana se esfume como una flor muy hermosa en un cruel y frío invierno.
- No pensé lo que hice- su voz solo lo sentí como una navaja abriendo más la herida, para ser sincera se que no pensó lo que hizo. Nunca había visto a mi jefe actuar así.
PERO ESO NO LE DA DERECHO A HACER LO QUE HIZO.
- ¿en serio? ¡No me diga! si no me lo decía ni cuenta me daba- el suspiró y tocó su cabeza. Por lo menos no soy la única afectada, aún asi eso no hace que me sienta mejor.
- Lo lamento okey- su tono de voz se elevó haciendo que eleve una ceja en su dirección pero él pareció no importarle mi muestra de fastidio - No era lo que quise hacer solo... salió.
- ¿salió?¿SALIÓ? NO ERA QUE IBA A HACER TODO PARA DEJAR SU RENCOR Y ODIO HACÍA ESA MALDITA MUJER, IBA A DEJAR QUE EL TIEMPO CURÉ LAS HERIDAS- no soportaba más esta situación. No solo esa mujer se enteró que yo era la "novia" del jefe si no que hasta su madre y guardias. Maldición todos iban a saber que la relación que teníamos el jefe y yo pasa más que la profesional. Aunque sea una puta mentira.
- LO LAMENTO BELLA, NO FUE MI IDEA LO JURO. NO PUDE DECIR QUE NO CUANDO MI MADRE ESTABA FRENTE A MI... y también estando Pilar- se notaba la desesperación en él pero... no me interesaba. Es mi vida con la que Matthew Butler quería jugar, nunca me preguntó si yo tenía novio o incluso si salía con alguien. Solo fue un egoísta que se preocupaba por su maldita reputación.
- solo se preocupa por si mismo, nunca le importó si a mi me gustaba que hablen de mi como la ramera que se acuesta con el jefe y que hizo que este deje a su esposa. Es un hipócrita.
Iba a a salir de ahí pero su mano me detuvo por mi brazo, me giré a verlo y su rostro mostraba muchas emociones juntas. Todas y cada una más expresiva que la otra, se que esto también es mi culpa. Nunca negué que él y yo salíamos solo... lo dejé ser.
- por favor perdóname- su voz bajó lo suficiente haciendo que mi nombre salga como un susurro delicado y tierno de sus labios- solo quiero que me perdone, le juro que resolveré esto. Nada pasará, y le prometo por mi vida que la primera persona que diga algo de usted será sacado de la empresa por mi.
Miré sus ojos, estos eran sinceros, mostraban la sinceridad en sus palabras. Sabía que él no me estaba mintiendo, lo arruinó pero si lo resuelve se que nada malo pasara. Debo confiar es este hombre aunque sea solo por hoy.
- Confío en ti Matthew Butler o resuelves esto para ayer o yo misma lo haré.***
-- Dime que lo que dicen las malditas secretarías de ti es una puta broma- ni bien entré al estudió recibí esa bomba. No quería saber que decían de mí, van a decir que estoy loca y capas si estoy loca pero prefiero no pensar en lo que me está ocurriendo.
- no quiero hablar de eso Mich.
- ¡Tu no pero yo sí! Dime que no es cierto. Dime que es una broma- él me tomó del rostro con ambas manos y me hizo observarlo, sus ojos verdes solo me hicieron que mire el suelo como si fuese una niña regañada. Se que el señor Butler me dijo que arreglaría esto pero necesita tiempo, y me hizo prometerle no decir nada hasta que él pudiera hablar.
- Michelle por favor...- susurré y el rubio me soltó muy lentamente para luego alejarse de mi. Se que le duele mi silencio, fuimos amigos desde que entré a trabajar aquí. Cuando llegue él estaba pasando un momento de mierda con su familia y yo fui como un soporté.
Suspiré profundamente y sentí ganas de llorar, era todo tan confuso, se que esto se saldrá de control por qué vamos, que persona deja que otra diga que están en una relación sin su consentimiento.
NADIE. ABSOLUTAMENTE NADIE.
Pero yo dejé que mi jefe diga que soy su novia y no tuve la fuerza para negarlo solo callé... me callé dejando que todos allí saquen conclusiones. Conclusiones que no eran, ninguna era la correcta lo único en que todas concordaban era que la muy puta de la directora de diseño se robó al marido de otra. Eso era lo único.
Llorar era poco, quería gritar y romper todo a mis lados y quizás lo haga al llegar a casa, romper las cosas y chillar por los momentos de mierda que Butler me va a hacer pasar.
- pensé que éramos amigos...- miré a Michelle tomar sus cosas de la mesa y me paré a su lado mientras sostenía su mano.
- eres mi mejor amigo Mich pero esto es algo que me está sobre pasando, te juro que cuando se acomode todo te contaré cada detalle y tu serás el único que sepa todo.- noté como él se relajaba un poco pero aun así no dejo de guardar sus cosas, negó con la cabeza mientras se acercaba hasta mi y besaba mi frente.
- resuelve tu mierda pequeña.
Lo haré Mich... se que lo haré.***
Salir de la empresa nunca me costó tanto como hoy, sentía miradas que solo me prejuzgaban y me denigraban hasta un punto donde quise salir corriendo y no detenerme hasta estar segura en la comodidad de mi hogar. Quise gritarles que se vayan al mismísimo infierno pero algo en mi me decía que no serviría de nada, haría que hablen peor de mi y aunque ni me interesaba que lo hicieran o algo por estilo prefería guardar silencio.
- esto... es increíble- Matthew dijo que lo resolvería.
Pues no lo ha hecho, los rumores siguen, no obstante algo me decía que seguirán hasta que yo estalle y grite como una lunática que nunca me había acostado con el jefe y ni siquiera lo he visto en paños menores.
- tenemos que hablar...- su voz me hizo voltear, estaba a solo dos cuadra de casa, mis pasos eran lentos por qué estaba agotada y se notaba en mis rostro.
Su mirada me decía que algo mal había salido, sus expresiones me demostraron que no todo sería bonito, que la tormenta estaba por comenzar. Sus manos estaban en sus bolsillo y su look no era el de hoy a la mañana... él, Matthew Butler Butler, se veía como un vagabundo, su traje perfecto estaba arrugado como si estuviera haciendo algún deporte con este puesto, su cabello estaba desaliñado mostrando la desesperación que debió sentir, seguramente habrá pasado sus manos por aquella melena dejándolo despeinado, sus ojeras debajo de sus ojos no lo favorecían; para nada.
Butler no poseía una sonrisa, si no más bien una mueca y su rostro se mantenía serio haciendo que una parte de mi sienta miedo.
- digame que lo resolvió...- su risa sarcástica hizo que me callé enseguida para luego apretar los puños intentando mantener la calma aunque parecía misión imposible ya que mi pulso era inestable y mi rostro debía ser un poema.
- ¿quiere la verdad o la mentira señorita Bella? Algo me dice que ninguna de las dos le agradará.***
Capítulo cortito...
YA EN LOS SIGUIENTES CAPÍTULOS EMPIEZA LO CHIDO, ASI QUE ESTEN ATENTXS.
BESOS.
DATOS CURIOSOS:
- NO SOY DE USAR PERSONAS FAMOSAS PARA REPRESENTAR LOS PERSONAJES POR QUE QUIERO QUE SE LOS IMAGINEN COMO GUSTEN PERO TARA LYNN ES COMO ME IMAGINÓ A BELLA, ASI TAL CUAL EXCEPTO QUE LA MODELO TIENE LOS OJOS VERDES Y YO ELEGÍ QUE BELLA TENGA LOS OJOS CELESTES.¿MOTIVO? YA VAN A ENTENDER PORQUE.
- BUTLER FUE EL APELLIDO DE UN PROFESOR DEL QUE ME ENAMORÉ DE ADOLESCENTE.
- ELEGÍ ESTA TEMÁTICA POR QUE CREO QUE EL AMOR ES ALGO EXTRAÑO, ILÓGICO PERO SOBRE TODO UNA LOCURA DE LAS MAS BONITAS QUE DEJA HUELLA EN ALGUN MOMENTO.
Espero que les este gustando la historia. Buena lectura.
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Trató Señor.
RomanceMatthew Butler quiso fingir que su directora de diseñó era su amante. No sabía que hacer en ese momento pero luego lo supe. Nunca debí decir si.