VEINTISIETE

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Capítulo veintisiete: ¿te gustó?


 Esta es una maldita broma

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Esta es una maldita broma.



Me separé de Bella como si quemará y comencé a caminar por todos lados viendo mi pantalón que estaba empapado, jodida mierda. No podía salir así. La miré, arrepentiendome de haberlo hecho, por qué volví a sentir ese maldito deseo cuando la kvi toda roja y jadeante mirándome con esos hermosos ojos celestes que ahora parecían estar de un azul oscuro.

Mierda ¡bésala otra vez, tu quieres y ella también!

No, ya no podía seguir así. No estoy enamorado de ella, me atrae pero no es justo que este pasando esto cuando yo aún siento cosas por mi ex esposa.


- Esto no debió pasar..- no podía mirarla, me sentía del asco, no porque me arrepienta o por qué no me gustará. Por qué ¡joder! Me encantó, fue lo más excitante que me hubiese podido pasar y que me condenen si digo que no quiero que vuelva a pasar por que quiero que pase otra vez... solo que sin nada que se interponga en mi camino al paraíso. - ¡lo entiendes! No debió pasar ¡Joder!

- Matthew solo fue... ni siquiera fue algo tan serio - la observé moverse incómoda y noté algo que estaba por pasar desapercibido. Su vestido salmón estaba mojado en la parte baja.

¡demonios! Esta húmeda. Te imaginas su sabor...

Moví mi cabeza y me di la vuelta suspirando pesadamente mientras intentaba calmar mi acelerado corazón que bombardeaba como el motor de un tren. Tengo que dejar de pensar en su sabor, en su olor, hasta en sus manos recorriendo mi cuerpo pero me costaba. Más si la tenía a solo diez pasos de mi, acostada en una cama con un pedazo de tela cubriendo su cuerpo y ella tan deliciosa que...



Mierda Butler deja de pensar en Bella de esa manera. Por un demonio.


- Bella lo que pasó... no puede ni debe volver a suceder, recuerdas que tu pusiste las condiciones...- eso lo dije más para mí que para ella, quería recordar las mierdas esas pero en mi mente solo quería golpearme por no poder disfrutar de la mujer tan hermosa que es mi novia por unos meses más.


- si Matt, se que son mis condiciones y no creas que no me siento mal por esto pero no me arrepiento de nada. Se que quizá fue algo que no debió pasar aunque dime algo... - ella se levantó con cuidado y bajé la mirada al ver que su vestido se elevó un poco mostrando sus bragas que solo hicieron que mi parte baja se sacuda con más fuerza, se acercó a mí y antes de que me pueda dar cuenta ya estaba a solo dos centímetros de distancia- ¿te gustó?


Mi corazón se detuvo al igual que mi respiración, mi mente se bloqueó en ese momento haciéndome sentir en un mar de emociones, me sentía como si estuviera cayendo en un pozo oscuro sin escapatoria donde no habría final, solo una caída infinita.


- Yo...- mis recuerdos de cuando le dije a Pilar que me gustaba me chocaron y no supe que hacer, lo que siento por Bella es muy diferente a lo que sentía por esa rubia.- no se que decir Bella, es una pregunta muy complicada.

Vi como en su mirada algo cambió, algo que no estaba allí, fue drástico y me hizo sentir un patán. Ella esperaba que le diga que si, y acaba de decepcionarla. Maldita sea, Will me mataría si se entera de esto.

- Solo era un si o no Matthew, no es tan difícil.

Se alejó de mí dejándome helado al verla girarse y tomar el bolso que había en el sillón de la habitación para entrar al baño de esta de un estruendoso portazo.


Estupido, sopenco e idiota. Eso eres.


Se que lo soy, más aún comparando lo que siento con Bella a lo que sentía con Pilar, y a lo que sigo sintiendo. Porque no puedo dejar de quererla de la noche a la mañana y se que todos me odiaran si saben que aún tengo sentimientos albergados por esa mujer.


- soy un desastre.





 Limpié la lágrima que caía por mi ojo derecho con furia, él es un idiota

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Limpié la lágrima que caía por mi ojo derecho con furia, él es un idiota.

No él no es un idiota, yo soy la tonta que pensó que por una vez en su vida todo le saldría bien. Todo esto es patético y estupido. Acabo de tener mi primer orgasmo y lo único que deseo ahora es que la tierra me tragué y me escupa en París.


Suspiré y me miré en el espejo de ese baño, estaba hecha un desastre, mi cara estaba roja como un tomate, mi pelo era un caos y mi ropa estaba arrugada. ¡Santo cielo! La parte baja de mi vestido esta mojada.


Que vergüenza.


Dios mío, Matthew me vio así y no me dijo nada. Maldito suripanto, lo mataré. Juro que lo haré.


Dios si existes, dame una señal que esto no será un completo desastre.


Escuche golpes delicados en la puerta y me gire enseguida esperando escuchar la voz del energúmeno pero en cambio oí una más delicada que me hizo sonreír.


¿Esta es tu señal diosito santo?


- Hija en unos cuantos minutos aterrizaremos, quería avisarte para que estés lista.


- muchas gracias señora Artemisa, ya salgo.- la escuche reír haciendo que me alegre y recuerde que fui yo la que me meti en este culebrón sola, que podría con esto, todo sea por ver feliz a esa buena mujer.

- ya te dije lindura tu dime Artemi o Mis, como gustes. Pero no me digas señora que no estoy tan vieja- me reí y acepté mientras la oía decir que me apresuré para luego escuchar sus pisadas alejándose de la puerta del baño.


Me miré al espejo una vez más y suspiré, podría con esto, era una Feraud y en mi familia nadie se rendía. Me cambié y salí mientras dejaba el bolso en la cama, al salir me encontré a todos sentados en sus asientos, le sonreí a los señores Butler y a Noah quien me guiñó un ojo.


Me senté al lado de Voldemort sin mirarlo mientras volteaba mi mirada a la ventanilla y veía el paisaje hermoso de California. Esto no era como Nueva York, lleno de edificios y vehículos con gente gritona. Esto era más Pacífico y sereno


- Bienvenida a California, mi amor.

Sentí un beso en mi hombro, e intenté ignorarlo pero me fue imposible hacerlo al sentir la mirada de sus familiares sobre nosotros.


- espero que no haya osos cielo- le susurré y él elevó una ceja sin entender, me acercó lo más que puedo y lo fulminó con la mirada hablando lo más sincera que puedo sin que me escuchen sus padres- por qué te juro que me gustaría verte siendo devorado por uno.



Es tu funeral Butler, esto es la guerra.




Trató Señor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora