Torrance
Quise manejar en mi Jet de camino al apartamento de Ethan, más que nada para despejarme de la rabia que aún sentía, lo que me llevo a tener que parar en un supermarket, tentada a comprar una cerveza, pero resulté defendiendo a un gato de un par de mocosos que lo estaban pateando. En parte desahogué mi frustración con ellos, mandándolos a volar, solo que ahora ando con un jodido gato en el puesto del copiloto, más pendiente de que no se salga del coche que de la vía.
En sí soy amante de los animales, me encantan más que nada los perros pues los gatos me han parecido muy engreídos, de hecho una vez de niña intenté cuidar a uno callejero pero el desgraciado se fue, no se dejaba coger y solo buscaba a Hope para que le diera de comer y a mí cada que lo agarraba para consentirlo me dejaba unas hermosas marcas en los brazos. Quise tener perros pero por el estado de salud del abuelo y después de mi madre no los tuvimos.
Aunque este gato es la excepción; se mantiene algo quieto, curioso mira alrededor y temeroso se dejó defender, aunque me dolió quitármelo de encima porque cuando lo tomé para alejarlo de ese par de críos se aferró a mi camisa, a la altura de mi hombro, arañándome, así como aparte del brazo porque creyó que lo iba a lastimar.
Es bonito, de color pardo y blanco atigrado, aun es algo pequeño. Me enterneció en cierto modo, por eso no pude evitar comprarle comida mientras lo cuido y decido llevarlo a una veterinaria para que le busquen dueño.
Al llegar, ya no siento la pesadez que me produjo la llamada de Ethan, en parte el gato fue como una pastilla antiestrés.
Al descender del coche el cual aparqué en el estacionamiento subterráneo del edificio de apartamentos donde vive Ethan, tomo mi bolso, me lo hecho al hombro y voy por el gato, agarrándolo con cuidado. ¡Ah! El mendigo me clava las uñas en el brazo, tuerzo el gesto e intento calmarlo, acariciando su espalda; se relaja muy oportuno para cargarlo contra mí pecho, tapándole un poco la cara para que no se asuste. Lo cubro con mi chaleco; la verdad no sé si acepten animales en el edificio, así que quiero evitar problemas.
De milagro me escabullo del celador y del recepcionista para entrar al ascensor. Mientras espero a llegar al piso correspondiente, siento la ansiedad tomar partida; acaricio al gato por debajo del chaleco tantas veces, más por relajarme que por mantenerlo calmado.
Cuando llegamos al piso doy una absorta exhalación por la boca, tomando valía para para salir a paso ligero. Ante la puerta del apartamento de Ethan sin dudar toco fuerte; son alrededor de las cinco, él sale los sábados una hora más temprano del trabajo así que ya debe de estar adentro. Espero un minuto aproximadamente cuando me abre.
Del otro lado está el hombre que me ha hecho rabiar unas horas atrás, tiene la camisa azul desabotonada del cuello, sin la corbata, con las mangas de la camisa recogidas dejando ver sus torneados brazos. ¡Maldi-tasea! ¡Luce tan sexy! Sobre todo porque tiene el cabello revuelto y su mirada inquisitiva en conjunto con sus cejas pobladas, lejos de intimidarme me provocan un cosquilleo en el estómago por querer que desquite el enojo conmigo de una forma que sé, me fascina, enfado que irradia a pesar de que se mantiene a raya.
Solo que ese fugaz choque de nuestras miradas se desvanece cuando, interrogante, enfoca lo que tengo entre mis brazos.
—¿Qué es eso? —cuestiona, apuntando con la barbilla al peludo que escondo bajo mi chaleco. Frunciendo el ceño, ladeando la cabeza a mi derecha, lo miro en reproche.
—¿No me vas a invitar a pasar?
Ethan clava los ojos en los míos, sin expresión alguna se parta de la puerta y me da acceso. Entro a paso ligero directo hacia la sala, con cuidado descargo al peludo en el sofá para descubrirlo, siendo automático el que me entierre las uñas, temiendo que lo abandone, haciendo que me queje; en definitiva no sirvo para cuidar gatos.
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Cuestión de Tiempo [Cuestiones II] ©
RomanceCOMPLETA | CONTENIDO +18 | 2ª parte de la trilogía "Cuestiones" | Varias vidas ligadas por un mismo apellido donde descubrirán más de una verdad Una relación a prueba que hará a dos familias colisionar Un conflicto que unirá a dos individuos que no...