31. Pintar una vida perfecta

3K 369 92
                                    

Torrance

Mi madre siempre decía, que cuando estuviera muy confundida a tal grado que por donde mirase no encontrara respuestas ni una salida, me imaginara justo como ahora, en una sala de juntas, poniendo sobre la mesa cada cosa que me tiene en duda.

Primero está el que Víctor mostrara repentino interés, el que tomara su rol de padre, el que me ayudara y alentara a estudiar leyes, ofreciéndome una oportunidad que no rechacé. Ahora está el que tanto Meredic como yo nos cueste aceptar que ese hombre que encabeza la mesa, es nuestro padre, el que ese mismo sujeto quiera asumir a como dé lugar la paternidad de quien ahora considero mi hermano, cosa que conmigo desde siempre mostró aversión.

Las respuestas siguen llegando en manada, agolpándose en mi atormentada cabeza; "no te quiere porque quiera enmendar sus errores, te quiere porque posees lo que siempre quiso; la constructora que dejó mamá". Una y otra vez se repiten esas palabras, tantas que me siento mareada, con las lágrimas agolpándose, las cuales retengo. Rápido me tallo los párpados con mi dedo índice y pulgar. No quiero verme débil. ¡Ya superé esto, joder! No quiero caer de nuevo ante él, demostrarle que me tiene en sus manos.

—Torr, ¿pasa algo? —cuestiona Ethan a mi lado en un susurro, enseguida dejo de tallarme los ojos, llenando de aire mis pulmones, serenándome. Giro el rostro para verlo, dedicándole una media sonrisa para tranquilizarlo. Se muestra confundido, apesadumbrado por verme triste cosa que me es inevitable ocultar.

Vuelvo mi atención hacia Víctor; inexpresivo, tiene su total atención hacia Meredic quien en ese momento interviene para refutar lo que le dijo antes.

—No me importa los errores que usted haya cometido. Lo que quiero que entienda es que no quiero tener nada que ver con usted ni con su familia. Mi padre es y seguirá siendo Néstor Zoellick, espero eso lo tenga claro. —La dureza en sus palabras es tal que lo noto temblar, consiguiendo al fin enojar a Víctor, pero para mi sorpresa y cierta amargura en vez de gritarle pidiendo respeto, aparta la mirada, apretando la quijada de momento para volverse a relajar.

—¿Qué opinas de esto, Erin? —cuestiona sin mirarla, la enfoco apenas la nombra. Ella lo encara, no sin antes dedicarme un gesto desdeñoso que por poco me hace dejar de verla. Se mantiene igual a como llegó, plasmando frigidez.

—Siempre velo por lo que quieren mis hijos, así que lo que decida Meredic lo tomaré como su última palabra.

—Así como conmigo, ¿no? —interrumpe Ethan de repente, obteniendo que la atención de todos. Caigo en cuenta de la intensión de sus palabras, temiendo por cómo pueda actuar Erin. Al mirarla, da partida al enfado no solo dedicado a mí sino a su hijo.

—Su situación es muy diferente —replica, siendo presuntuosa—, y eso ya quedó claro, no voy a permitir que por un capricho rompas un compromiso que te asegurará un futuro. —Eso último me pesa en el alma, tanto que me comprime el corazón. Duele porque es como si firmara su no aceptación.

—Creo que tengo las pelotas bien puestas para saber lo que quiero. —La rudeza en las palabras de Ethan es tal que me asusta. Pocas veces se expresa así, y temo más por cómo lo tome su madre—. Puedo tomar mis propias decisiones y ese compromiso no se dará por mucho que lo quieras.

—Te prohíbo, Ethan, que me hables así —sisea su madre, apenas moviendo los labios, con los dientes apretados—. Tu compromiso con Rachel sigue en pie, no permitiré que...

—Hiciste lo mismo conmigo, o ¿no, Erin? —interrumpe Víctor. Descolocada, veo en su dirección al igual que Ethan quien se mantiene expectante sin dejar la molestia de lado. El hombre de traje negro, cuya barba poblada le da más dureza a su expresión, muestra una media sonrisa que hace a la mencionada, ponerse peor que antes—. Lo digo porque no tuviste la mesura de ocultar que Meredic es mi hijo, de mentirme sobre eso, obligando a Néstor que le diera su apellido a pesar de que él ya sabía que no era hijo suyo.

Cuestión de Tiempo [Cuestiones II] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora