Silver Snake | YoonSeok/Sope || BOOK 1#

50. Rey de las Serpientes de Plata

Llegar hasta Hogsmeade fue un reto, pero apenas estuvieron ahí se hicieron con una chimenea y viajaron directo a Londres. Yoongi hizo aparecer su dinero sin mucho problema, por lo que tampoco tuvieron que ir a pie hasta la que es su casa. Limpia evidentemente, pues investigaron lo posible del evento ocurrido ahí.

Una vez en las afueras de la urbanización caminaron todo el trayecto hasta la mansión Min. Los vecinos observan curioso al par, extrañados también pues se supone que deberían estar en Hogwarts, a muchísimos kilómetros de distancia, no ahí.

El ambiente de la vivienda es más que lúgubre. Hoseok agradeció que el destino fuese en el segundo piso y no el primero donde aún queda una especie de hedor a sangre. Al menos eso cree, puede ser pura psicosis de su parte. Sin mencionar que la idea de revivir la imagen de Yoongi bajo la escalera le produce escalofríos y mucha rabia al mismo tiempo.

—Disculpa mi ignorancia Muggle, pero una boda se hace con testigos, un juez, un sacerdote en caso de ser una ceremonia religiosa, etc, etc ¿Cómo llevan esto los magos hasta el punto en que dos adolescentes de dieciséis van a hacerlo sin problema? —Pregunta sin muchas ganas de sonar pesimista ante lo imposible que puede ser.

El pesimista de los dos se supone que es Yoongi.

Aunque claro, por lo general quien pide matrimonio es el Alpha, no el Omega de la nada.

Lo único que no va a refutar de aquel momento es que fue realmente bello, mientras los Patronus se deshacían en pequeñas estelas de luz alrededor de ambos, en el bosque oscuro y semejante al de una pesadilla.

—Hay bodas secretas ¿Sabes? —Quiso rebatirlo, el problema es que su hermana ha leído tanto al respecto que le hace sentido ese pequeño detalle—. Las bodas mágicas implican un enlace mágico. Como el vínculo entre Alpha y Omega, pero posible de hacer en cualquiera. Por eso hasta los Beta pueden casarse.

—Y es... ¿Difícil?

—Si de verdad quiere casarte conmigo, no. Será muy sencillo. —De alguna forma imagina que Yoongi dice esto así para darle chance de arrepentirse. Quién sabe. Cualquiera cambia de opinión y esto es un tanto serio.

Sin embargo, ya están enlazados ¿Qué diferencia haría estar o no casados? Sería echar acero fundido a su atadura de... De... ¿Vibranium? Ahora está antojado de ir al cine. Es un buen momento para hacerlo incluso.

Parte de la luna de miel. A Yoongi podría gustarle siempre y cuando consiga el libro que busca en los enormes libreros. Lo ayuda, aunque tardaron dos horas enteras poniendo la biblioteca patas arriba hasta finalmente hallar el escrito con el hechizo. Yoongi lee completo y por su cara, está decepcionado de lo fácil que resulta.

—Bien. Que hago. —Indica totalmente dispuesto.

— ¿Seguro?

—Ya te dije que sí. Echarme para atrás ahora no tiene sentido.

—Quien sabe. Las serpientes no te gustan.

—Es de tontos rechazara al rey de las serpientes por algo así. Andando. Estoy listo para esto.

Ríe suavemente. Toman sus manos y en latín mientras lee el libro conjura una traslúcida atadura que rodea sus manos hasta los antebrazos, uniéndolos como cuerdas. Se siente como una quemadura en realidad, una quemadura fría. Yoongi por su parte los siente caliente, como si estuviera entrando por sus venas, tirando de su magia para que esta se funda con la de Hoseok hasta el punto en que no pueda ser separada una de la otra jamás.

—Se supone que debes decir porque quieres hacerlo, con un "Porque quiero" debe bastar sino se te ocurre... Anda. —Murmura nervioso por el asunto. Hoseok no es muy reconocido por improvisar. Hoseok sonríe brillante.