27. Excusa de Cercanía

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—Creo que a Hyuna le afectó el tinte porque, aunque estaba largo, no estuvo difícil hacer las de pociones. —Hoseok hace un pronunciado puchero al notar que su pergamino de tareas de pociones está completo. Sin tachaduras feas ni un montón de bolas de papel amarillento a un lado.

—Porque copiaste lo que hice, por eso.

—Igual estaba fácil—Dice alzando sus mejillas con una leve sonrisa. Jimin dio un larguísimo suspiro, echado en un gran cojín que parecía hecho para él en esa forma de serpiente—. ¿Y él cuándo...?

—Tiene permiso de ser humano por dos horas al día. En ese momento las hace. Las hizo el primer día que llegamos así que por eso lo ves tan calmado.

Aun Yoongi no le explica que demonios ocurre entre su familia y Jimin, ni siquiera porque este no tiene familia para empezar. No son hermanos, el señor Min no ha tenido ninguna aventura con otra mujer. Jimin es sencillamente un niño de acogida o en términos que ellos usarían: Una mascota para su hijo.

Revisa por última vez los deberes de pociones y los enrolla al mismo tiempo que Yoongi, quien había terminado de escribir los de Herbología. Son las dos de la madrugada más o menos y diría que no hay sueño en ninguno de los dos.

O no el suficiente como para que Yoongi se duerma con los ojos abiertos.

El Omega siempre tiene sueño.

—Mañana haremos los de Encantamientos y transformaciones, tal vez Astrología.

—Será la primera vez que tengo mis deberes hechos antes del treinta y uno de agosto. —Ríe animado y aliviado. Tendría menos preocupaciones en todo este tiempo. Al menos hasta que enviaran la lista de útiles y deba volver a explicarle a sus padres cómo funciona el dinero en el mundo mágico.

O más bien rezar a encontrarse a Namjoon en el Callejón Diagon y sea él quien lo explique.

—Siempre los hago al venir. No hay mucho que hacer por aquí.

—Es obvio. No hay televisión, computadora... ¡OH! ¡MI CELULAR! ¡SI FUNCIONA AQUÍ! —Saca el aparato táctil de entre sus cosas, no tarda en aproximarse a Yoongi, quien no entiende qué pasa—. Sonríe, quiero una foto contigo.

—No entiendo...

—Es solo una foto, venga, será divertido. —Yoongi no sonrió, queda con una cara entre confundida y un tanto aburrida a pesar de que Hoseok si sonríe. El muggleborn ríe viendo el resultado.

 El muggleborn ríe viendo el resultado

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— ¿Sueles tomarte fotos? —Interroga. No es lo suficientemente tonto como para no entender el celular, pero si se le hace extraño. En general, es casi su primer contacto con tecnología de este "nivel".

—A veces cuando estoy aburrido—Admite—. No hay señal aquí, la subiré cuando regrese a casa... Podemos tomarnos más, en cámara pareces mucho un gato. —Coloca un filtro donde Yoongi tiene un par de orejas en la cabeza. Al girarse a ver su reacción salta.

—Soy Morpho, puedo hacer eso, aunque no sean funcionales en lo absoluto. —comenta jalando de una de ellas, negras como el resto de su cabello. Realmente es como hacer que su cabello se levante y emule las orejas de un gato.

—Aunque no me vayas a creer, te ves muy bien con el pelo blanco. —Sabía porque dijo eso y con un suspiro se resignó a cambiar el color de su cabello. Hoseok toma una foto, aun cuando Yoongi mira abajo con gesto medianamente sonriente.

Jimin, ve a cubrirme en caso de mí padres lleguen. —La serpiente sale reptando de la habitación por un agujero apenas notable.

—Oh... así es como entra a todos lados en Hogwarts. —Dice impresionado. Ahora tiene más sentido. No aparece, solo llega, entra por algún recoveco y cambia de forma.

—Es útil.

—Por supuesto que sí ¿Qué le dijiste que hiciera?

—Cubrirme.

—Cubrir que.

—Que vas a dormir aquí y no en tu habitación.

— ¿En serio? —Yoongi tira el celular a un lado y lo agarra de la ropa para acercarlo a él.

Por un par de segundos Hoseok queda nervioso por estar en esta clase de actividad, pues está el peligro de que los padres de Yoongi aparezcan sorpresivamente y pues... Son muy capaces de echarlo en base a maldiciones si es que no lo matan al instante. Se supone que su hijo no ha estado con nadie y él está aquí demostrando lo contrario.

Poco a poco ese miedo se fue apaciguando, al mismo tiempo que mete las manos por debajo de la ropa holgada de Yoongi.

— ¿Puedo...? —pregunta deteniéndose. Hasta donde recuerda se supone que no podía volver a hacer esto y bueno, Yoongi parece en serio un gato de lo mimado que se siente en este instante.

Quizá sea por estar en su casa donde ha sido relativamente mimado por sus padres y tiene sirvientes a su disposición. Es como si fuese una especie de niño caprichoso sin serlo. Resulta confuso, Yoongi únicamente asiente, sin prestar demasiada atención al tema o bien al riesgo que esto puede significar.

—No se escucha nada desde fuera de las habitaciones. Aun si llegan, no oirían nada y bien, Jimin nos cubre.

Sin el celo, Hoseok va con mayor calma. Quitarse la ropa no fue un problema, tampoco el tema de estarse tocando pues no hay apuro en ello. Al menos no uno exagerado o donde el cuerpo exija más de lo que debería. Sin mencionar que Yoongi encontraba muy cómoda la postura de seguir echado, besando a Hoseok mientras lo toca y este lo prepara.

De no ser por la anterior experiencia, Hoseok diría que es imposible que la magia de Yoongi se muestre tan sumisa a ser consumida por la suya, así como a verlo tan dejado a hacer. Esto viene a la confianza a que Hoseok no haría ninguna tontería que lo desagrade.

Ya se conocen.

Ya lo han hecho.

¿Qué podría salir mal entre ambos? Lo externo es incontrolable, pero ¿Entre ellos? Nada. Yoongi se deja abrir de piernas y muerde el labio de Hoseok al momento en que este lo penetra de a poco hasta introducirse totalmente en el culo del Omega.

— ¿te duele? —jadea.

Yoongi niega con la cabeza.

—Bien. —se levanta un poco más, metiendo una almohada por debajo y así Yoongi no se sintiera incómodo en lo absoluto. Siendo tantas, Yoongi aprieta una que está a su lado, jadeando y gimiendo ahogado a medida que los embistes se vuelven más constantes. El aroma de Hoseok comienza a impregnarse en su habitación.

Mentiría al decir que no lo molesto llegar a su casa, a su cama y que no tuviera el hedor del Alpha. Ya se había acostumbrado a este en su cama en Hogwarts y lo quería en esta también. De otro modo no podría descansar de manera apropiada. Aprieta los ojos y se arquea con el hormigueo en el vientre, que Hoseok lo esté masturbando no ayuda a que la presión sea menor.

—No—detiene al Alpha, que estuvo muy próximo a morder su cuello. Hoseok lame la mano de Yoongi —. Es en serio, nada de mordidas. Te lo dije.

—Las de adelante no marcan. —por ello se daba ese pequeño capricho.

—Igual deja más aroma del que debería, el hechizo quizá se note. Nada-de-morder.

—Muérdeme tú entonces.

Alza una ceja. Eso es... muy extraño a decir verdad, pero no se molestó en lo más mínimo por negarse a ello. Es una curiosidad de saber que lo que se sentiría hacerlo. Hoseok ladea el cuello y quejumbra, sintiendo los dientes de Yoongi dejando una marca apenas notoria en su piel.

En serio quiere morderlo.

Algo en lo profundo de él se lo exige.

Así como impregnarlo como ahora, pero no sería posible.

Al menos no aún.

Silver Snake | YoonSeok/Sope || BOOK 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora