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Es raro de narices y, por las miradas que me echa Jungkook de vez en cuando, no soy la única que lo piensa.

Los lunes Jungkook, Ahn y yo tenemos la tradición de salir a comer fuera de la cafetería de la universidad. Es el día que salimos antes, lo que nos deja con la mayor parte de la tarde libre, aunque hagamos una sobremesa tremendamente larga, como suele ocurrir. Así que hoy, como cada inicio de semana, hemos decidido acudir a uno de los restaurantes tradicionales de las afueras del recinto.

Como Ahn ya conocía a Nam de la fiesta, Jungkook acabó invitándole a unirse a nosotros. Así que hoy somos uno más en la mesa. O deberíamos, porque a última hora Ahn salió agarrada del brazo de Taehyung y nos informó de que le había invitado a la comida.

No hemos podido sentarnos en nuestra mesa de siempre, así que nos han acabado dando una mesa de seis para que estemos más cómodos. Aunque, como Ahn y Taehyung han acabado sentados en el mismo lado de la mesa, dejándonos a Namjoon, a mí y a Jungkook (en ese orden, de izquierda a derecha) en el otro, casi que nos hubiese sobrado sitio. Al menos por su parte, Porque casi ocupan una plaza de lo juntitos que están.

En nuestro lado de la mesa las cosas son más tensas. Primero, porque Taehyung es el único de la mesa que no sabe que Jungkook y yo estamos saliendo y no tenemos la suficiente confianza con él como para decírselo todavía. Y segundo, porque Namjoon está pegado a nosotros, lanzando miradas de vez en cuando (sobre todo cuando se le caen los palillos directamente en mi plato) que nos recuerdan que el otro día nos pilló masturbándonos y que está extrañamente feliz por ello.

Eso explica por qué Jungkook lleva rojo toda la comida y por qué yo no soy capaz de levantar la vista de mi plato.

Jeon 007 Jungkook

Recuérdame que no vuelva a dejarme llevar cuando esté contigo en mi habitación.

Por favor.

13:15

Cojo mi móvil y, moviéndolo ligeramente a un lado para que Nam no lo vea, me dispongo a escribir una respuesta larga.

No pienso volver a liarme contigo en vuestra habitación, tranquilo.

La imagen de Namjoon todavía me causa pesadillas.

¿Te ha dado mucho la brasa?

13:16

No es lo que dice.

Es cómo mira.

Como si en cualquier momento fuésemos a ponernos a... ya sabes. Delante de él.

13:17

Sonrío y le dejo en leído porque sé que está viéndome sonreír. Así, además, puedo llevarme los palillos llenos de jajangmyeon a la boca.

Aunque cuando miro hacia delante me doy cuenta de que los que parece que se van a enrollar ahí mismo son Ahn y Taehyung, que se comparten la comida como si fuesen un matrimonio. Además de eso no hay más inicios aparte de que se tocan mucho todo el rato, y lo agradezco, la verdad.

—Bueno... —intenta romper el silencio Namjoon—. Está rica la comida, ¿verdad?

—Mucho mejor que la de la cafetería, la verdad —le responde Taehyung—. Os agradezco mucho la invitación.

—Oh, ¡no es nada! —dice Ahn, demasiado alto y agudo. Como siempre que está ligando—. Venimos aquí cada lunes, así que te puedes unir.

—¿No os importa, de verdad? —pregunta el chico, ilusionado. Y, la verdad, creo que no soy capaz de decirle que no.

The ghost of it - jjk, myg, pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora