—Venga, vamos a jugar a algo —sugiere Ahn, mientras mastica distraídamente un trozo de ¿apio? Esta chica a veces se pasa de healthy.
—¿A qué quieres que juguemos? —pregunta Jungkook.
Mira a la chica con verdadero interés, como si no nos conociésemos ya desde hace un par de semanas y supiésemos cómo es. Creo que se espera que proponga un juego de verdad, pero, por el brillo pícaro de su mirada, yo ya sé que no es nada de eso.
—Se me ocurre... Que digamos con cuántas personas de esta sala nos hemos acostado ya —responde, sonriendo con toda la cara. Yo pongo los ojos en blanco y me llevo una bola de arroz a la boca.
—Ehh... Esto...
—Ahn, sabes que eres la única que puede jugar a eso —respondo, cuando he tragado.
Supongo que ni Jungkook se ha acostumbrado todavía a las cosas que suelta Ahn ni ella ha conseguido ningún avance para que el chico deje de ser tan tímido. Todavía no es capaz de hacer frases muy elaboradas en su presencia. Al menos cuando sale con esas.
—¿Por qué? ¡Si es de lo más normal! Llevamos un montón de tiempo aquí.
A Jungkook casi se le salen los ojos de las órbitas y se pone rojo como la bandeja con la comida que tiene delante. Estamos en la cafetería y, aunque no es una conversación para mantener en un lugar público, desde luego, a Ahn le da igual.
—¿Quince días es un montón? —pregunto.
—Pues claro. Al menos para estar sin tener sexo —responde, y yo levanto una ceja—. Oh no, no me digas que llevas más de quince días sin placer.
—Me gustaría reservarme el tiempo que llevo sin sexo, así que lo dejaré en más de quince días —digo, y vuelvo a mi plato.
En realidad, no me da vergüenza hablar de sexo. Al menos no antes, y no con ella. Me da reparo por Jungkook, que parece cada vez más incómodo. Me da la sensación de que en cualquier momento va a salir corriendo, fingiendo que tiene una necesidad extrema de ir al baño.
—¡No! ¡Es más de un mes! —y de dos, y de tres... Concretamente, desde la fiesta. Pero no se lo pienso decir, porque sería acercarme un poco más a la razón por la que mi última relación "estable", si se le puede llamar así, fue Min Yoongi —. Jungkook, dime que tú no. Vamos, si eres todo un playboy.
Ahora le miro, con auténtica curiosidad. Porque sí, ha cambiado físicamente, pero parece que en estas situaciones conserva su mentalidad del niño de 16 años que conocí. Por eso su rojo se vuelve más violento e intenta taparse comiéndose su ramen con más insistencia.
—Por Dios, dime que al menos no eres virgen —insiste la chica.
—¡No! Claro que no —responde, muy deprisa. Como si hubiese herido su orgullo de algún modo—. He tenido un par de novias.
—Ajá, un par... —ahora Ahn parece pletórica. Y juraría, por su expresión, que quería llegar exactamente a este punto: nuestro historial amoroso. Aunque claro, las técnicas de Ahn no son convencionales—. ¿Puedes decirme nombres? Es para apuntarlo en mi agenda de hechos a comprobar.
—Ahn... —la reprocho, y ella levanta el dedo índice diciéndome que me calle.
Este es nuestro ritual de cada día desde que nos conocimos: Ahn siempre habla de más y pregunta cosas incómodas, controvertidas o escabrosas para ver cómo reaccionamos. Yo siempre le sigo el rollo, supongo que intentando aparentar una normalidad que no siento del todo, y defiendo a Jungkook. Mucho. Aunque todavía no sé por qué lo hago, supongo que es porque me da ternura.
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The ghost of it - jjk, myg, pjm
FanfictionHan pasado cuatro años desde el día que cambió la vida de Moon Hyeon para siempre. Cuatro años de lamentos, reproches y dolor. Ahora quiere pasar página, pero, para eso, tendrá que enfrentarse a todos los fantasmas de su pasado. Y eso incluye a Min...