The ghost of it - jjk, myg, pjm

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No sé qué hago aquí. Ni por qué se lo he pedido, la verdad. Debería haberlo comprado por internet y así me evitaría esta situación. Ahora seguro que hasta la dependienta puede ver el rojo de mis mejillas a través de la mascarilla que me he puesto.

Ahn parece estar en su salsa.

—Tienen los malditos satisfyer escondidos para que no los robe la gente, ¿te lo puedes creer?

Yo no digo nada, intento esconderme más todavía en la mascarilla mientras miro la estantería llena de productos sexuales.

¿Por qué cojones me cuesta tanto?

Ah sí, porque nunca he comprado condones.

—Voy a pedírselo a la cajera —dice, muy segura, y cuando gira su cabeza en mi dirección se mueve su coleta con mucha gracia—. ¿Puedes apañártelas, nena?

Yo asiento, todavía mirando las hileras con los distintos tipos de condones, lubricantes y geles que hay.

"Piensa que es como si fueses a comprar tampones".

Pero no lo es.

Llevo más de un mes saliendo con Jungkook y, aunque le he hecho pajas y se la he chupado casi en la misma medida que él me ha masturbado, no pasamos más allá. Y es por mí, claro. Porque tengo miedo de que vea el muñón y de que, cuando lo hagamos, no haya vuelta atrás para mí. Que esté tan sumamente enganchada al sexo que luego duela más. El triple. Como con Yoongi.

Después de muchas charlas con Sang al respecto y de materializar todos mis miedos, me he dado cuenta de que no es para tanto. Es un paso más y no es como si fuera virgen. Aunque sé que el problema no es ese, sino que siempre vivo en el pasado, siempre.

Pero en realidad no han sido solo las charlas con Sang lo que me hace estar ahora decidiendo qué tipo de condón le gustará más a Jungkook, sino una conversación con Ahn.

—¿Y cuál es el problema? —me preguntó, cuando le contesté que ya habíamos hecho algunas cosas y que no era virgen. Como si eso fuese lo único que pudiese impedir a alguien no tener sexo.

—Mi ex me hizo mucho daño por culpa del sexo —le confesé. Y Ahn me miró como si estuviese llena de sabiduría. Al menos sobre este tema.

—Vamos, que se acostó con otra —dijo, sin más. Como si no le sorprendiera. Y no la culpo; ella no entiende por qué me genera tanta inseguridad.

—¿Cómo lo sabes?

—Porque lo he vivido —dijo, sin más, mientras masticaba una zanahoria cruda—. Y sé qué es lo que piensas: que si uno te ha engañado es porque no has sido suficiente. Pero no es así, cariño. No es tu culpa que no pueda tener su pene quietecito hasta la próxima vez que te vea.

—¿De quién es, entonces?

—De su reducida capacidad para pensar. De falta de comunicación... Puede haber muchos factores. Pero si la relación es cerrada es porque, simplemente, no te respeta lo suficiente. Así que dejarlo ir es la mejor opción, te lo digo por experiencia.

—Es mi ex, así que...

—Y Jungkook no es él —recordó, como me ha dicho Sang todo este tiempo. Aunque quizá, escuchar a Sang decirlo no es lo mismo que a Ahn, que conoce al moreno en persona. No lo que le haya podido contar yo de él—. ¿Tu ex habría aguantado...? ¿Cuánto lleváis saliendo? ¿Un mes y pico? —asentí—. ¿Crees que él habría aguantado más de un mes sin follar?

—No creo.

—Ahí lo tienes —dijo, satisfecha, antes de volver a morder su zanahoria—. Eso es porque Jungkook es un tío decente y tu ex era un gilipollas. Así que, ahora que tienes suerte, aprovéchalo.