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La última vez que sentí un dolor de cabeza tan fuerte, estaba en el hospital. Siento laceraciones en todos los ángulos de mi cabeza y abro los ojos, asustada. Porque por un momento pienso que tengo que revivir estos últimos cuatro años y me entra el pánico.

Respiro con calma cuando observo las paredes neutras de mi residencia, aunque no con toda la que me gustaría, al comprobar que estoy completamente vestida y con la prótesis puesta.

Me vienen ligeros flashbacks, según me voy despertando, de qué pasó. Ahn nos invitó a una fiesta a Jungkook y a mí y yo accedí. Dije que no iba a beber: a ella, al camarero y a cualquiera.

Ahn restregándose contra Jungkook como si tuviese intención de llevársele a los baños para que pudiese decir que al fin había follado en la facultad. Yo bebiendo una, dos copas. Puede que cuatro, no lo sé. Y ahí todo se empieza a desdibujar.

Recuerdo pedirle bailar a Jungkook y que me besara. Lo recuerdo con tanta consistencia que no sé si sentir vergüenza o preguntarme por qué narices lo hice.

Pero también siento el fantasma de sus labios sobre los míos. Y, aunque puede que a penas recuerde, sé que me gustó. Como en el ascensor.

Joder.

Me llevo las manos a la cabeza, porque a cada pensamiento que intento sacar de ella me duele más. Así que, con mucho cuidado, me levanto de la cama y voy al baño a por un ibuprofeno. Me lo tomo con un poco de agua mientras me miro al espejo: tengo el maquillaje emborronado por haber dormido con él y una cara de resacosa que no recuerdo haber tenido en la vida. Pero todo eso puede esperar.

Me apoyo en el toallero y el cubo de la ropa sucia que tengo situados, estratégicamente, a los lados del retrete, y me dispongo a echar todo el alcohol y el agua ingeridos. Mientras meo, sigo pensando, aunque me duele la cabeza horrores.

¿Qué pasó después del beso?

Jungkook en el baño. Yo con él. Mis dedos en mi centro.

No me jodas.

Miro mis bragas negras para comprobar que, efectivamente, están llenas de mi lubricante.

"Estupendo, no has podido hacer más el ridículo, Hye".

Por más que intento acordarme de cómo llegué a correrme, solo visualizo imágenes borrosas de Jungkook mirando, atónito, cómo yo me masturbaba. Creo que mi cerebro no quiere hacerme pasar el mal trago de ver qué pasó después de eso. Total, ya he visto lo peor.

Me vuelvo a pasar la mano por la cabeza antes de quitarme toda la ropa para lavarla y darme una ducha, que me hace falta.

¿Cómo narices llegué a mi cama?

Estoy sentada en el taburete que tengo en la ducha, frotándome con la esponja, pero no soy capaz de dejar la mente en blanco.

¿Qué pensará Jungkook de lo que pasó?

Suspiro e intento acabar con la ducha lo más rápido posible, porque necesito hablar con alguien. Sé que tendré que pedir mil disculpas a Jungkook, antes si quiera de saber por qué narices hice lo que hice, pero necesito desesperadamente contárselo a alguien externo, y sé que Namjoon es la solución.

Mi amigo bromeó mucho sobre que Jungkook era mi novio la primera vez que lo conoció, pero no lo volvió a repetir después de eso. Probablemente vea en su mirada esa chispa que indica que la intuición no le ha fallado, pero sé que me escuchará sin juzgarme. Como siempre.

¿Y si le incomodé?

Salgo de la ducha y me embadurno en crema antes de volver a ponerme la prótesis. El dolor de cabeza está mitigándose un poco, y eso me permite pensar con más claridad, aunque no lanza más luz a mis recuerdos borrosos.

The ghost of it - jjk, myg, pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora