The ghost of it - jjk, myg, pjm

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A Jungkook le han cambiado el turno en la cafetería hoy. Al parecer le ha hecho el favor a un compañero que suele ir por las mañanas, así que no ha venido a las clases. Me he enterado cuando he ido a su habitación para poder ir a clase con él y Namjoon me ha dicho que se había ido a trabajar. También me ha preguntado que por qué había ido a por él, si no me atreví a confesarme en la fiesta, pero no he querido decirle la verdad, así que me he inventado que tenía que pasarle un trabajo muy urgente antes de ir a clase.

Por eso ahora me siento al lado de Ahn, que no para de observarme de reojo, como analizándome. Y, como por alguna extraña razón no estoy preparada para compartir lo que pasó ayer entre Jungkook y yo, decido hacerme la tonta un rato.

—¿Y Jungkook? —le pregunto. Como si debiese saberlo.

—Ni idea, nena —responde, y se distrae ojeando la libreta que tiene en la mesa. Ahn, por raro que parezca, no suele llevarse ordenador a clase para distraerse mirando webs de ropa. En su lugar, dibuja mucho en la libreta, lo que sería perfectamente acorde con la carrera... De no ser porque siempre son vestidos.

—¿No deberías saberlo? Eres su novia, ¿no?

Ahn deja la libreta de inmediato y me mira con un brillo diferente en la mirada. Y por las palabras de Jungkook, sé que es lo que quería: ponerme celosa. Por eso parece tan radiante en ese momento, como esperando a que me lance y le diga que yo me fijé primero. Que seguro que ella no siente por él esa presión en el pecho, ni esas ganas de tocarle todo el tiempo.

Pero no pensaba hacerlo, ni antes ni ahora.

—¿Cómo te has enterado? —pregunta, la muy falsa.

—Os vi en la fiesta. Y si dijiste que estabas pillada, no creo que engañases al pobre chaval, ¿no?

—¿Tienes algo que decir al respecto? —pregunta, con la barbilla bien alta.

—Enhorabuena —le respondo, y sonrío. Aunque esta vez es de verdad, porque sé que es mentira.

Ahn bufa y no le da tiempo a responder nada más porque el profesor Choi, más conocido como el profesor "doy clase desde el segundo uno hasta después de que suene el timbre", aparece por la puerta, casi empezando a recitar su chapa del día en cuanto cruza el umbral. Por eso se calla y coge el bolígrafo con diligencia. Algunos pensarán que es para copiarlo todo, pero la verdad es que somos Jungkook y yo quienes se lo solemos pasar (más Jungkook, que es el que copia todo a la velocidad de la luz). A ella la clase de Choi le inspira tanto que se tira toda la hora dibujando a toda pastilla, como si sus palabras fueran la tinta que necesita para seguir trazando. Y, aunque puede parecer injusto, ninguno nos quejamos porque Ahn suele atender en las clases que a ninguno de los dos nos interesan.

Trabajo en equipo, lo llaman. Aunque hoy yo cuento con una importante desventaja: copio más lento que Jungkook y él no está aquí. Pero, como luego se lo tendré que pasar, me esfuerzo lo máximo posible.

Acabo la clase como si hubiese estado corriendo durante horas y dejo a Ahn, que sigue dibujando como una loca, sentada en el pupitre; lo mejor es no molestarla en esa situación.

—¡Eh, eh! ¿A dónde te crees que vas? ¡Dejándome tirada! Eso no lo hacen las best friends.

—No quería interrumpir tu momento creativo —me disculpo, saliendo de la clase. Ahora tenemos quince minutos libres y me agobia tanto estar en clase que suelo salir a pasear por el campus.

—El diseño podía esperar, lo que estábamos hablando antes no. Eso sí que ha sido una interrupción.

—Ah, ¿la conversación continuaba? Pensaba que estaba claro —respondo—. Te felicito por lo vuestro y la próxima vez que quedemos no tenéis que fingir. Es ideal.