Amor entre serpientes (Dramione)

Soy mago no cantante muggle

Draco P. O. V.

Cuando el director tomo la palabra uso un hechizo para que todos le escucháramos.

-Queridos alumnos, esta noche haré un anuncio. -pff ahora que quiere la pasa parlante. -Como ya saben, desde hace cientos de años el colegio realiza un baile de Navidad, pero queremos que este año sea distinto. -¿que? ¿Nos va a traer un Santa Claus muggle? Porque si es así que no gaste, solo se pone un traje rojo y ya. -Este año, vamos a contratar un grupo musical o cantante que sea del gusto general de ustedes, para eso, reuniremos a los prefectos de cada casa, que antes hablaran con ustedes para saber sus opiniones. -hmm, este anciano no tiene tan malas ideas después de todo. -Después de la presentación del artista, se cederá el escenario que se montara aquí, para que ustedes alumnos interpreten alguna canción, ya sea por parejas, grupos o individual si así lo desean. -¿cantar? ¡Ja! Yo canto precioso, ¡pero soy mago, no cantante muggle! -Bien, por ahora esos son los anuncios. Disfruten la cena.

Tan concentrado estaba que no me percate que tenía mi trozo de carne hecho pedacitos y que Hermione acababa de llegar.

-Hola. -se sentó a mi lado.

-Hmm, hola. -conteste serio.

-¿Estas bien? -parece preocupada.

-Por supuesto que estoy bien, solo que me has besado hace menos de dos horas y al rato ya estabas muy feliz platicando con tu ex el gorilón. -proteste molesto.

Hizo una media sonrisa divertida.

-¿Estas celoso? -apretó mi mejilla.

-Claro que no. ¿Porque lo estaría? -fingí indiferencia.

-Bueno, si no lo estas te voy a contar algo. -me dijo feliz. ¿Que tendrá que decirme? -¡Regrese con Viktor!

De pronto sentí ira, enojo, celos. ¡Como se atreve a volver con ese!

-¡¿POR QUE REGRESASTE CON ESE IDIOTA!? -grite mientras golpeaba la mesa con el puño, todos voltearon a verme.

-Tranqulizate... -acaricio mi cabello y sentí paz. Maldita sea, esta chica podía influenciar tanto mis emociones. -No estoy con Viktor. -¿que? ¡Pero si acaba de decir que si!

-Pero tu acabas de decir que... -me interrumpió con un beso en la mejilla, eso simplemente me hizo olvidar mi enojo.

-Quería ver tu reacción. -sonrío.

-No vuelvas a engañarme de esa manera. -le dije mientras despeinaba su cabello con ternura.

-Pero no estabas celoso... ¿Cierto? -hizo una media sonrisa.

-¿Yo? ¡Que va! Para nada. -conteste nervioso.

-Aja. -dijo no muy convencida.

Quise cambiar de tema.

-Apúrate Hermione, tenemos que hablar.

-Claro, ya termine, ¿vamos a nuestra torre?

-Seguro, vamos entonces.

Y nos pusimos de pie para irnos a la torre de prefectos, llegamos a la sala común y nos sentamos en un sillón para dos frente a la chimenea.

Ninguno de los dos parecía querer hablar, se notaba que estaba nerviosa y yo, bueno los nervios me comían vivo. Pero recordé que era un Malfoy, así que tome valor.

Le tome de las manos y me anime.

-Hermione, ¿que sientes por mi?